La arquitectura del mar: proyectos de viviendas para pescadores en España durante la posguerra

Architecture of the sea: housing projects for fishermen in Spain during the post-war period

Vincenzina La Spina

Universidad Politécnica de Cartagena,

ETS de Arquitectura y Edificación. Edificio CIM

C/ Real, 3. 30201 – Cartagena (Murcia)

vincenzina.laspina@upct.es

ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8917-2156

Fecha de envío: 8/10/2024. Aceptado: 19/6/2025

Referencia: Santander. Estudios de Patrimonio, 8 (2025), pp. 193-232.

DOI: https://doi.org/10.22429/Euc2025.sep.08.05

ISSN-L e ISSN 2605-4450 (ed. impresa) / ISSN 2605-5317 (digital)

Este trabajo se enmarca en el Proyecto de investigación La consideración patrimonial de la vivienda social en el movimiento moderno. El grupo Virgen del Carmen, revitalización y actualización energética financiado por la Generalitat Valenciana (Ref: AICO/2021/253)

Resumen: Tras la Guerra Civil Española se promovió la construcción de nuevas viviendas para pescadores con el objetivo de mejorar su situación y favorecer a un sector económico considerado como estratégico. En consecuencia, tras una breve contextualización histórico, social y legislativa se presenta la labor desarrollada con este fin a partir de 1939, en el campo de la arquitectura, a través de algunos significativos proyectos firmados por Pedro Muguruza, Carlos de Miguel y José Antonio Coderch. Entre estos destacados arquitectos existe una conexión vital y temporal, pero también una forma diferente de abordar el tema del hábitat mínimo.

Palabras clave: vivienda; poblados; pescadores; Pedro Muguruza; Carlos de Miguel; José Antonio Coderch; viviendas de pescadores.

Abstract: Following the Spanish Civil War, the construction of new housing for fishermen was promoted in order to improve their situation and support an economic sector considered strategic. Consequently, after a brief historical, social and legislative contextualization, the aim is to present the work developed for this purpose from 1939 onwards in the field of architecture through some significant projects signed by Pedro Muguruza, Carlos de Miguel and José Antonio Coderch. There is a vital and temporal connection between these outstanding architects, as well as a different way of approaching the issue of the minimum habitat.

Keywords: architecture; housing; villages; fishmens; Pedro Muguruza; Carlos de Miguel; José Antonio Coderch; fishermen's houses.

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El presente artículo pretende ser una contribución al conocimiento de la arquitectura residencial proyectada para pescadores en España tras la Guerra Civil por tres arquitectos de relevancia de la época: Pedro Muguruza, Carlos De Miguel y José Antonio Coderch.

Hasta la fecha diversas investigaciones se han centrado en este argumento y desde varias disciplinas como la geografía urbana, la antropología-etnografía, la historia del arte o la arquitectura. En este sentido, destacan los estudios y las publicaciones de Ansola Fernández1, incluida su tesis doctoral, en los que se aborda el tema, de forma genérica y también específica, en el caso de las comunidades de pescadoras cántabras. En este mismo contexto geográfico, es necesario mencionar la publicación de Losada Varea2 sobre el Poblado de Pescadores de Santander. De igual modo, más recientemente, cabe señalar el artículo de Muñoz Fernández que se enfoca en los insuficientes proyectos de viviendas y poblados pesqueros promovidos en el litoral vasco durante la posguerra3, así como el artículo que analiza histórica y arquitectónicamente el caso concreto del Poblado de pescadores de Cartagena (España) de Carlos de Miguel4. No obstante, en el campo de la arquitectura se desea completar y focalizar los escasos estudios existentes, ya que en su mayoría se centran en la vivienda obrera en general, tanto antes como después de la Guerra Civil, sin tratar de forma específica las particularidades de las promociones promovidas para pescadores en España. En este contexto, se pretende, por una parte, analizar si existieron diferencias con respecto a las otras promociones contemporáneas promovidas para otros gremios y, por otra parte, destacar el importante papel desarrollado por los arquitectos seleccionados. En definitiva, analizar sus paralelismos en relación a la evolución de la vivienda mínima en España y sus principales singularidades a través de la obra de arquitectos que, además, están vinculados entre sí, personal y profesionalmente.

Por tanto, el ámbito temporal y geográfico del presente artículo se centra en las propuestas proyectadas o ejecutadas bajo el amparo jurídico de las leyes de vivienda promulgadas y vigentes después de la Guerra Civil, así como sus respectivos reglamentos u ordenanzas de aplicación, por los mencionados arquitectos y situadas en las principales costas españolas, principalmente, de la cornisa cantábrica y del litoral mediterráneo. Además, estas son la respuesta gubernamental al Plan Nacional de Mejoramiento de la vivienda en los poblados de pescadores (1942-1946) realizado por la Dirección General de Arquitectura (en adelante, DGA), institución que junto a la Obra Sindical del Hogar (en adelante, OSH) o el Instituto Nacional de la Vivienda (en adelante, INV) promovieron los primeros proyectos residenciales para pescadores hasta que el Instituto Social de la Marina (en adelante, ISM) adquirió un papel determinante en la construcción de viviendas para los trabajadores del mar.

Las fuentes consultadas para la investigación realizada destacan por su variedad al haberse localizado y analizado tanto documentos de carácter archivístico, algunos de ellos inéditos, como publicaciones históricas y contemporáneas. Los principales fondos archivísticos examinados han sido la documentación existente en el Archivo General del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible; en el Archivo General de la Administración en Alcalá de Hernares; el legado Muguruza custodiado en la Biblioteca y Archivo de la Real Academia de San Fernando de Madrid y en el Archivo Coderch repartido entre el Museo Nacional Centro de arte Reina Sofía y la Escola d’Arquitectura del Vallès de la Universitat Politècnica de Catalunya. En cambio, las fuentes bibliográficas que han permitido desarrollar la investigación, fundamentalmente, han sido los artículos históricos publicados en la Revista Nacional de Arquitectura, Cuadernos de Arquitectura y Urbanismo, Domus o Architecture d’Aujourd’hui, así como los artículos, libros y tesis doctorales más recientes sobre la vivienda mínima, obrera y barata, en general y en particular para pescadores. A modo de ejemplo, destaca la publicación de Losada fruto de una exhaustiva investigación en el Archivo de la Autoridad Portuaria de Santander y el de la familia Riancho.

1. Antecentecedentes, contexto político-social y marco legal

Históricamente, el problema de la vivienda para los sectores con menos recursos de la sociedad fue una preocupación constante a partir de la industrialización. Por ello, la vivienda obrera y barata generó nuevas políticas y actuaciones destacadas en España promovidas, primeramente, por los propios empresarios para sus trabajadores y con posterioridad, ya a partir del siglo XX, por el Estado mediante la promulgación de diversas leyes específicas5.

Tras la Guerra Civil, dicho problema no solo se agravó sino que se convirtió también en una de las principales preocupaciones del Estado, como queda de manifiesto en diversas editoriales de la Revista Nacional de Arquitectura (en adelante, RNA)6.

La economía autárquica se orientó principalmente en el sector primario, por lo que se fomentó su modernización y también la provisión de alojamientos higiénicos para sus trabajadores. Con este fin, se redactaron diversas leyes y sus respectivos reglamentos, coincidentes, además según López Alarcón7 con una primera etapa de estabilización (1939-1954) seguida de otra de expansión (1954-1963), ambas enfocadas en la protección urbana y la promoción de viviendas por parte del Estado durante las primeras décadas de la posguerra. Así pues, pocos días después del fin de la contienda se aprobó la “Ley de vivienda de Renta Reducida” o también llamada “Ley de Viviendas Protegidas”, con la cual se constituía también el INV8. Este organismo y la Obra Nacional del Hogar9 tuvieron, respectivamente, como principal misión promover viviendas y asumir la responsabilidad de construirlas, protegerlas conservarlas y administrarlas10. Una labor que también desarrollaron a lo largo de los sucesivos años el Patronato de Casas Militares, el Instituto Nacional de Colonización o el ISM entre otros11. El reglamento para la ejecución de la “Ley de Viviendas Protegidas” se aprobó ese mismo año y el INV lo publicó junto con las Normas y Ordenanzas oficiales para su construcción12. En estos documentos se aprecia el interés por una vivienda higiénica, pequeña y eficaz, que coincide con las ideas en torno al existenzminimun13, y por priorizar la funcionalidad: “Quedan prohibidas aquellas obras […] de las llamadas decorativas, […] todo cuanto, sin llenar una necesidad funcional, encarezca innecesariamente la construcción”14. De igual modo, se promovió un urbanismo definido por una construcción aislada o en línea, de una o múltiple alineación y con un sistema abierto, cerrado o mixto de distribución de los edificios, así como caracterizado por parcelaciones económicas como las manzanas Radburn o manzanas americanas, y las alineaciones dobles o múltiples (Fig. 1). Este marco legal estuvo vigente hasta 1954, año en el que se aprobó una nueva ley de vivienda. Se trata de la “Ley de Viviendas de Renta Limitada” de 15 de julio de 195415 y su reglamento de aplicación de 195516, que impulsaron la construcción masiva, especialmente con ambiciosos planes nacionales, de viviendas de urgencia social y de poblados dirigidos hasta 1963, fecha en la cual se produjo un nuevo cambio normativo17.

En el caso específico del sector pesquero, el mal estado de las viviendas en las que habitaban sus trabajadores ya se había denunciado antes de la Guerra Civil, como así lo hicieron, a modo de ejemplo, Benigno Rodríguez-Santamaría en su publicación de 1923, Diccionario de las artes de pesca de España y sus posesiones, o José de Posse y Villelga en la Asamblea de Pesca Marítima Vasca de 192518. En este último foro, se destacó la necesidad de construir viviendas higiénicas y se recabó información sobre los alojamientos de los pescadores con el fin de mejorar su situación. Por entonces, se hizo un primer intento de promover viviendas que pudieran adaptarse a las condiciones de vida de los trabajadores del mar (menos recursos y menos regulares) y al amparo de la ley de casas baratas. Finalmente, esta iniciativa no cristalizó, a pesar de las varias propuestas promovidas en la costa vasca por Posse y el arquitecto Tomás Bilbao Hospitalet, al igual que, en el litoral valenciano, las iniciativas de los arquitectos Lorenzo Criado (a través de una cooperativa de casas baratas) y de Enrique Viedma19. En esta última zona, tan solo prosperaron unas viviendas del arquitecto Víctor Gosálvez Gómez que ejecutó Julio Peris Pardo y que fueron promovidas por la Sociedad Marina Auxiliante, pero sin acogerse a la ley de casas baratas20. Al respecto, cabe recordar que la promoción estatal de una política de vivienda pública para trabajadores de los sectores primarios no fue un aspecto prioritario antes de la Guerra Civil21.

Durante la posguerra, como ya se ha mencionado, se intentó fomentar la mejora general del sector pesquero o de la denominada industria extractiva de la pesca al ser calificada de gran relevancia dentro de la política económica y social española22. La pesca se convirtió en una actividad básica para alimentar a la población, por lo que era preciso acrecentar su producción y las familias de pescadores fueron consideradas como ejemplo de virtud, un símbolo y un modelo a seguir por su consagración al trabajo, por sus valores cristianos y por su elevado número de miembros. En consecuencia, se actuó en diversos ámbitos, ya que se reactivó la construcción naval y también se atendieron las cuestiones sociales con el fomento de cofradías, escuelas primarias y profesionales de pesca, seguros sociales, cooperativas, asistencia sanitaria o la construcción de viviendas23.

Inicialmente, en general, el sector pesquero fue gestionado por medio del Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional creado en 1939, y a través del ISM en lo relativo a cuestiones sociales24. Esta última institución se había creado en 1930 a partir de la Caja Central de Crédito Marítimo (1919) instituida y dirigida hasta 1936 por Alfredo Saralegui Casellas25, quien también había fundado los Pósitos de Pescadores el mismo año. A la Caja se le había conferido en 1927: la misión de desarrollar la acción social marítima en todos sus aspectos”26 y por ello el ISM asumió diversas competencias sociales específicas, así como una labor cultural y formativa, que a día de hoy aún sigue ostentando27. Durante la guerra, en 1939, su director pasó a ser Pascual Díez de Rivera, el Marqués de Valterra28, y años después, en 1941, el ISM se renovó con la “Ley por la que se reorganiza el Instituto Social de la Marina” mediante la cual se creó una nueva Caja Central de Créditos Marítimo y Pesquero (en adelante, CCCMP). En dicha ley quedaba claramente explicitado que uno de los fines peculiares del ISM era: “Facilitar la construcción de viviendas protegidas para los trabajadores del mar, cooperando a tal efecto con lo que fuera necesario, con el Instituto Nacional de la Vivienda y Obra Sindical del Hogar”29. Por lo tanto, una de sus principales preocupaciones fue mejorar la vida de las familias a través de sus viviendas.

No obstante, debido a la gran devastación posbélica, la actividad del ISM y de otras instituciones se retrasó los primeros años, por lo que la CCCMP comenzó su actividad en 1943 y la afianzó en 1944, mientras que el ISM fue reconocido como entidad constructora en 1945, convirtiéndose en el principal promotor de las viviendas destinadas a los pescadores y en su supervisor30. Dicho reconocimiento también lo adquirieron, por las mismas fechas, las Cofradías de Pescadores que llevaron a cabo diversas iniciativas en cada zona de España31.

En consecuencia, las primeras actuaciones de alojamiento pesquero tras la Guerra Civil fueron planificadas y promovidas por la recién creada DGA bajo la dirección de Pedro Muguruza Otaño, quien desempeñó un papel transcendental, y los primeros grupos residenciales fueron construidos por la OSH.

1. 1. El Plan Nacional de Mejoramiento de la vivienda para pescadores: génesis y resultados

El Plan Nacional de Mejoramiento de la vivienda en los poblados de pescadores de 194232 surgió ante la necesidad de conocer el estado material de las viviendas que habitaban los pescadores en España, para a posteriori, poder encontrar una solución a los problemas que presentaban y cubrir las necesidades de sus moradores que no habían sido tenidas en consideración hasta ese momento. En este sentido, según el Marqués de Valterra:

“las actividades vitales y el producir de los individuos están íntimamente relacionado con la vivienda que disfrutan. Por tanto los arquitectos deben estudiar, encauzar y ordenar todo esto, para que el hombre viva lo más cómodo posible y pueda dar el mayor rendimiento […] hay que hacerles viviendas sanas, acogedoras, alegres, donde ellos experimenten la satisfacción material del vivir, y tras ello vendrá seguidamente como consecuencia natural su crecimiento moral”33.

Muguruza se encargó de coordinar este plan y el proyecto surgió a raíz de organizar, a comienzos de 1940, una exposición, que no se realizó, sobre las tareas de reconstrucción y el mejoramiento de la vivienda del pescador34.

Con anterioridad, en 1938, el arquitecto ya había realizado un estudio similar sobre la vivienda rural en la provincia de Cantabria, que incluía viviendas de pescadores, así como varias propuestas para mejorarlas que tenían como referencia las ideas del hábitat mínimo expuestas en las experiencias centroeuropeas difundidas durante la II República35. De igual modo, Muguruza había trabajado en un Plan Nacional de Ordenación y Reconstrucción (1939) y en un Plan de Mejoramiento de la vivienda humilde, que tampoco llegó a materializarse, y que debía abordar esta tipología de vivienda de manera más amplia según cada una de las categorías profesionales y las diferentes zonas del territorio español36.

La primera fase del plan, que tuvo una duración de dos años, se fundamentó en un estudio sistemático en el cual se recopiló toda la información relativa al estado de las viviendas de pescadores en todos los pueblos del litoral español. Para ello, se tomó como referencia el plan de trabajo y la presentación del estudio dirigido por Amadeo Llopart en Cataluña entre 1941 y 194237.

Los resultados obtenidos se plasmaron en 3 volúmenes bajo el título de Plan Nacional de Mejoramiento de las Viviendas de los Poblados de Pescadores, publicados entre 1942 y 1946 y editados por la DGA, abarcando casi la totalidad de las regiones marítimas, así como sus puertos pesqueros, sin distinciones con respecto a su importancia o tamaño38 (Fig. 2). Además, en el primer tomo de 1942, Muguruza adelantó otra publicación titulada Nuevas ordenaciones en los pueblos pesqueros de España, así como una segunda fase del proyecto enfocada en los modelos de viviendas a adoptar, pero que nunca llegaron a ver la luz39.

El vasto trabajo del Plan posibilitó valorar, no solo el número de viviendas de nueva construcción necesarias en cada zona, sino también aquellas que podían ser susceptibles de algún tipo de mejoramiento. En consecuencia, ello permitió concretar las nuevas intervenciones a realizar que comenzaron a materializarse en el norte de España, con la redacción de varios anteproyectos para poblados de pescadores en la Región Marítima Cantábrica40.

2. Poblados y viviendas de pescadores: tres arquitectos y varios proyectos

Los resultados del plan apuntaban claramente a la apremiante necesidad de mejorar las viviendas existentes, pero también a la creación de otras nuevas debido al lamentable estado de muchos de los poblados analizados y de sus viviendas, que fueron calificadas de “infectas”. Por ello, con el fin de establecer unas líneas a seguir en la materialización de los nuevos núcleos poblacionales, inicialmente, se estableció una base común de planteamiento, pero que podía ajustarse a cada caso particular. Así pues,

“En cada plan de futuro poblado, que se ha estudiado como un conjunto para satisfacer todas las necesidades de un núcleo urbano, con iglesia, centro comercial, lugares de reunión, escuelas, asistencia médica, se consideran varias etapas de realización, que se irán sucediendo conforme las dificultades actuales vayan desapareciendo”41.

Además, se prefirió la ejecución de pequeñas obras iniciales, en lugar de grandes conjuntos por todo el país, a modo de laboratorios extendidos por todas las costas españolas. Éstos se trataron como ensayos de los cuales se podían extraer provechosas experiencias ya que permitían identificar los aciertos y errores a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo el proyecto total. Los primeros proyectos y anteproyectos fueron publicados en la RNA, dirigida por Carlos de Miguel González, convirtiéndose en el principal medio de divulgación de las propuestas residenciales promovidas para los pescadores después de la Guerra Civil42. En este sentido, sobresale su doble número 10 y 11 de 1942 ya que en él se presentan: el plan de mejoramiento de la vivienda en poblado de pescadores, el anteproyecto de varios de ellos y dos importantes proyectos en Fuenterrabía (Guipúzcoa) y Maliaño (Santander), de Pedro Muguruza y Carlos de Miguel, respectivamente43. De igual modo, destacan varios artículos en la revista Cuadernos de Arquitectura que muestran proyectos para pescadores en Cataluña44, así como en revistas de carácter internacional y de reconocido prestigio que publicaron algunos de los proyectos de José Antonio Coderch, poniendo de manifiesto la excelencia de las soluciones propuestas por el arquitecto.

En definitiva, Muguruza, De Miguel y Coderch desempeñaron un destacado papel en la definición proyectual de lo que debía ser, inicialmente, un poblado de pescadores, y con posterioridad, un barrio o una vivienda para los trabajadores del mar. Los tres coincidieron temporalmente durante la posguerra en la DGA, a pesar de pertenecer a diferentes promociones universitarias. Su contribución no fue solo gubernamental, institucional, teórica o divulgadora, sino que también arquitectónica, como se va a mostrar a continuación. No obstante, no fueron los únicos que desarrollaron esta labor durante aquellos años y con frecuencia algunos de los proyectos elaborados desde Madrid eran adaptados por arquitectos locales para adecuarse al lugar45.

2. 1. Muguruza y sus propuestas para Fuenterrabía (Guipúzcoa): el primer poblado de pescadores y un proyecto sin ejecutar

Pedro Muguruza Otaño (Madrid 1893-1952) fue un arquitecto de gran relevancia y una figura clave para comprender la historia de la arquitectura española de este periodo y, en particular, de las viviendas para pescadores en España. Era un magnífico dibujante, se tituló en 1918 y desde entonces hasta su fallecimiento fue profesor universitario. Su carrera docente tan solo se vio interrumpida durante los años que estuvo a cargo de la DGA, entre 1939 y 1946. Como proyectista se centró principalmente en la arquitectura residencial, así como en el urbanismo y la restauración46.

El proyecto para pescadores en Fuenterrabía (Hondarribia, Guipúzcoa, 1940-1947)47, fue promovido por la DGA y contó con el apoyo del ISM, el INV, el Ayuntamiento de la localidad y la Diputación de Guipúzcoa. Destaca por varios motivos: en primer lugar, por ser su arquitecto Pedro Muguruza Otaño, el entonces director de la DGA y el encargado de coordinar el Plan Nacional de Mejoramiento de la Vivienda para Pescadores, pero también por ser un guipuzcoano ligado a la localidad, ya que veraneaba en ella. En segundo lugar, por ser uno de los primeros conjuntos que se proyectaron en el norte de España, al gestarse a finales del 1939 y al iniciarse el trazado de los planos en abril de 1941, por lo que se convirtió en el punto de partida y modelo para las propuestas posteriores del plan que se pretendían desarrollar a nivel nacional48. Y, en tercer lugar, por haber formado parte de la Exposición de Trabajos de la Dirección General de Arquitectura instalada en el Palacio de Cristal en mayo de 1942, coincidiendo con la IV Asamblea Nacional de Arquitectos Españoles, junto a otros proyectos de poblados de pescadores en Santander y Asturias49. Además, cabe subrayar que ni la situación de la vivienda en Fuenterrabía era tan acuciante, ni la localidad destacaba por tener la mayor población ni con los mayores problemas para los pescadores, no obstante su actividad portuaria tuvo cada vez más relevancia. Claramente, su elección respondió a otros criterios más allá de los estrictamente arquitectónicos y objetivos.

El proyecto firmado en abril 1941 y custodiado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (en adelante, RABASF), coincide con el publicado en 1942 en la RNA, no obstante, a lo largo de los años sufrió varias modificaciones, ya que se conservan planos fechados entre 1941 y 1947, además de los que acompañan al artículo “Grupo de casas para pescadores en Fuenterrabía” (Fig. 3) publicado en 1947 en la RNA50. El poblado inicialmente publicado en 1942 se caracterizaba por estar compuesto por 66 viviendas emplazadas sobre terrenos irregulares contiguos a los núcleos de pescadores existentes en Fuenterrabía en el Barrio de La Marina. Estas se disponían según un trazado regular longitudinal conectado mediante tres accesos al resto del caserío, orientadas al mediodía para disfrutar del mejor soleamiento y refugiándose de los fuertes vientos del norte. No obstante, al final se materializaron 58 viviendas, tanto unifamiliares de dos plantas como colectivas, y seis tiendas51, todo ello distribuido en 37 edificaciones con diferentes alturas, según la configuración del terreno, y articuladas alrededor de una calle longitudinal y una plaza central con jardines y espacios porticados (Figs. 3).

En general, los principales criterios que se persiguieron en la concepción del proyecto fueron: por una parte, evitar la repetición sistemática y monótona de un tipo de vivienda que únicamente sirviera a un determinado tipo de familia y, por otra parte, no limitar su superficie mínima a la autorizada por el INV para las viviendas protegidas, creando nueve tipos de viviendas diferentes que oscilaban entre los 55,20m2 y los 158,80m2, porque según Muguruza las familias de pescadores eran numerosas o necesitaban mucha amplitud en sus casas, tanto para sus habitantes como para sus enseres52.

En relación a las viviendas propuestas, a pesar de la gran variedad de soluciones proyectadas, en la distribución de las estancias, se aprecian ciertos aspectos coincidentes o repetitivos: el uso del salón como pieza de distribución a través del cual se accede a otras habitaciones; la existencia de un único aseo en todas las viviendas, independientemente del número de habitaciones que tuvieran; el diseño de aseos mínimos en los que se intenta independizar sus tres únicas piezas (váter, lavabo y ducha) para permitir su uso simultáneo por varias personas; y la inexistencia de espacios específicos para guardar los enseres de los pescadores, salvo por algún armario ropero o trastero presentes en algunas viviendas bien en la entrada o bien junto al aseo.

Desde el punto de vista constructivo, se emplearon materiales y técnicas tradicionales como: la mampostería, el ladrillo, los revestimientos de cal, la teja y la madera que definen las fachadas del conjunto, mientras que, en el interior, destaca su estructura de hormigón armado y forjados de vigas de madera. En definitiva, una solución técnica barata y sencilla para que fueran viviendas económicas y accesibles.

Por último, formalmente, el conjunto de viviendas presenta claros rasgos que la vincula con la arquitectura tradicional local, es decir, con la denominada arquitectura neovasca, que se aprecia principalmente en los detalles de los zócalos de piedra, las cubiertas, balcones, carpinterías y contraventanas de madera, etc. Ello pone de manifiesto el interés del arquitecto por preservar una imagen de tradición, autóctona y local en su proyecto, que además conocía a la perfección formal y constructivamente, puesto que, desde 1918, se había interesado por la arquitectura tradicional vasca e incluso la había dibujado con detalle para su compañero de universidad Leopoldo Torres Balbás53. Al respecto, Muguruza había claramente manifestado su rechazo por la propuesta residencial de la “máquina de habitar” de Le Corbusier y, en cambio, abogaba por recuperar el concepto de “hogar”, y aunque no dejó por escrito la definición de un estilo concreto y único, su idea al respecto quedaba relacionada con el concepto de tradición54.

Este proyecto para pescadores en Fuenterrabía no fue el único que Muguruza realizó para los pescadores de la localidad, ya que tan solo unos años después, en 1944, empezó a gestar otra propuesta. La Cofradía de Mareantes de San Pedro de Fuenterrabía la promovió con la colaboración del ISM y nuevamente del alcalde la localidad, quienes contactaron con la OSH, y aún habiendo conseguido financiación para su materialización, al final no logró ser aprobada por el INV55. Se trataba del “Proyecto de poblado residencia de pescadores ‘San Pedro’” cuyos planos se conservan también en el Archivo de la RABASF (Fig. 4). Su ejecución habría supuesto la construcción de 49 viviendas, en este caso dispuestas en un único bloque en forma de “U” de tres y cuatro alturas, con acceso por escalera a dos viviendas por planta, con zonas porticadas en planta baja, con un espacio para las oficinas de la cofradía y una construcción menor de 2 alturas, situada en la zona central del solar, para albergar 18 almacenes. Muguruza consideró este proyecto una oportunidad para “perfeccionar las trayectorias marcadas en el poblado actualmente en construcción”56, y para experimentar con diferentes distribuciones de viviendas con tres y hasta cinco habitaciones. En el diseño de las viviendas intentó lograr el máximo aprovechamiento, así como la máxima sencillez, pero contemplando nuevamente la existencia de unos servicios higiénicos mínimos –un único baño independientemente del número de habitaciones de la vivienda, salvo algunas excepciones– como ya ocurría en el proyecto anterior y de un espacio de cocina integrado en el salón, que podía quedar independizado con un elemento ligero de división en algunas viviendas.

Desde el punto de vista formal, la fachada se caracteriza por tener una composición tripartita que se diferencia materialmente, con un zócalo de piedra en planta baja, con un desarrollo de sucesivas plantas iguales con un revestimiento continuo pintado y con un remate final en la planta ático nuevamente con detalles decorativos pétreos. Esta propuesta de Muguruza sigue destacando por su estética regionalista, pero en ella se introducen elementos singulares historicistas que evidencian su gusto por la monumentalidad heredado de su profesor Antonio Palacios y que le confieren un carácter ecléctico57. Según la documentación custodiada en el Archivo RASBF, Muguruza realizó diversas pruebas, tanto en planta como en alzado del conjunto, firmadas entre 1947 y 1951, pocos meses antes de su fallecimiento. En este sentido, destacan los dibujos de los alzados generales y de los detalles de los elementos decorativos ya que muestran cómo intentó aunar el lenguaje tradicional con el que definió a sus bloques plurifamiliares en Madrid.

Constructivamente, en la memoria del proyecto se especificaba la necesidad de ir: “reduciendo también a límites prudentes los espesores de muros y tabiques”58, con el fin de optimizar al máximo el espacio. Su profundo conocimiento y control de las técnicas constructivas tradicionales se lo permitía, teniendo en cuenta además que eran las únicas posibles en una economía autárquica con retraso industrial y escasos recursos59.

2. 2. De Miguel y sus proyectos hacia la modernidad: de sus inicios en el norte a su consolidación en el litoral mediterráneo

Carlos de Miguel González (Madrid 1904-1986) fue ingeniero (1923), arquitecto (1934), crítico y funcionario de la DGA (1942-1974) donde coincidió con Pedro Muguruza hasta 1946. Destacó por ser el Director del Boletín de Información de la Dirección General de Arquitectura y de la Revista Nacional de Arquitectura (de 1948 a 1973), siendo el organizador de las “Sesiones Críticas de Arquitectura” durante casi 20 años. En consecuencia, fue el responsable de su sello crítico y de la publicación de los artículos firmados por algunos de los arquitectos más relevantes del momento y de la generación posterior, independientemente de su orientación o ideología. Su faceta como divulgador y promotor cultural fue preeminente, no obstante, como proyectista, en colaboración con otros arquitectos, destacan el proyecto de la tribuna del estadio de San Mamés en Bilbao de 1951 y su intervención en la Ciudad de los poetas de 1964 en Madrid60.

La figura de Carlos de Miguel González fue determinante a la hora de resolver el problema de la vivienda de pescadores, en primer lugar, por permitir la publicación de numerosas propuestas para este colectivo en la RNA durante el periodo en el que fue su director y, en segundo lugar, por su labor como arquitecto, al ser el responsable de varios proyectos de viviendas promovidos por la DGA, el ISM o determinadas cofradías de distintos puertos españoles61.

En este sentido, de especial interés es su poblado de Pescadores de Maliaño (o de Sotileza) en Santander ya que fue, junto al proyecto de Pedro Muguruza para Fuenterrabía, una de las primeras propuestas promovidas por la DGA a cargo de la OSH y materializadas tras la Guerra Civil para mejorar la situación habitacional de los pescadores en el litoral cantábrico62. Su principal característica fue la creación de un verdadero poblado, es decir, un conjunto de viviendas y equipamientos que cumplían con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de sus habitantes siguiendo las recomendaciones del INV. Por ello, en su momento fue considerado como un “prototipo” o “ensayo nacional” de lo que debía ser un poblado de pescadores63 ya que contaba no solo con varios bloques de viviendas tanto unifamiliares como colectivas, sino también con un centro parroquial y grupo escolar compuesto por una iglesia, la vivienda del párroco, casas de maestros, sala de reuniones, catequesis, etc.; con un mercado, una casa de la hermandad, bodegas, etc. e integraba el antiguo lazareto marítimo.64 (Fig. 5).

Según el texto publicado en la RNA que acompaña a los planos firmados en marzo de 1942 y a las fotografías de la maqueta expuesta en la exposición del mismo año celebrada en el palacio de Cristal de Madrid, el proyecto partía de un edificio existente en el centro de la composición, el lazareto, que se habilitaba para escuelas y alrededor del cual se agrupaban otras construcciones.

El poblado propuesto por De Miguel junto a la nueva dársena industrial del puerto de Santander, estaba diseñado siguiendo los presupuestos urbanísticos-arquitectónicos establecidos en las Ordenanzas de la Ley de Viviendas Protegidas de 1939 promulgadas por el INV, al proponer bloques aislados en manzana abierta, perpendiculares y paralelos entre sí, de máximo tres alturas con viviendas en planta baja, un modelo deudor de la tipología Hof vienesa65. Las 550 viviendas finalmente previstas se agrupaban en bloques de dos alturas de casas unifamiliares o en bloques de viviendas colectivas de tres plantas y su edificación se planteó en cinco fases de las cuales solo se ejecutaron las tres primeras entre 1942 y 195166.

La construcción del proyecto fue dirigida por el arquitecto cántabro Javier González de Riancho, quien además adaptó el ambicioso proyecto de Carlos de Miguel y modificó la disposición final de los bloques67. En consecuencia, el proyecto no se ejecutó íntegramente según los planos iniciales, como por otra parte fue bastante frecuente en varias de las propuestas promovidas y publicadas en la RNA, que incluso no llegaron a construirse68. Formalmente, tanto el proyecto original como las 270 viviendas finalmente edificadas presentaban numerosos elementos derivados de la arquitectura vernácula o tradicional, como cubiertas inclinadas, zócalos de piedra, soportales, balconadas de madera, etc. Sin embargo, estos rasgos distintivos, en parte se han perdido debido a las trasformaciones y modificaciones que el conjunto ha sufrido con el paso de los años69.

En el litoral cantábrico, De Miguel desarrolló otro proyecto de viviendas para pescadores, en esta ocasión en colaboración con el arquitecto Luís Díaz Tolosana en Santurce (Santurtzi, Vizcaya) y casi a la vez que el anterior, entre 1941 y 194370. Este poblado fue promovido por la DGA y se debía asentar en el barrio de Mamariga en terrenos propiedad del Estado. Su principal característica era su dimensión y extensión, ya que el proyecto inicial preveía la construcción de 186 viviendas, de las cuales, al igual que en el poblado de Fuenterrabía, la gran mayoría iban a ser unifamiliares en esta ocasión con patios privados (para huerta y/o corral) y tan solo dos bloques de viviendas colectivas, además de una plaza con iglesia y escuela. Se optaba por una densidad baja de edificación como en el primer proyecto explicado de Muguruza en Fuenterrabia, pero con una solución arquitectónica, desde el punto de vista formal, bastante alejada de éste y de la arquitectura tradicional vasca y, en cambio, más próxima a las propuestas promovidas por otras instituciones de la época como el Instituto Nacional de Colonización o la Dirección de Regiones Devastadas y Reparaciones71. Los diferentes edificios se ubicaban adaptándose a la orografía del terreno, por lo que su disposición resultaba quebrada e intermitente, en cierto modo, orgánica lo que favorecía la tan buscada diversidad espacial en los proyectos de esta época.

Un segundo proyecto del poblado se redactó entre octubre de 1942 y abril de 1943 que, por una parte, supuso un considerable incremento del número final de viviendas que pasó a ser de 226 y, por otra, una reducción considerable del número de viviendas de carácter unifamiliar a tan solo 38. La densidad residencial aumentó y las viviendas se dispusieron principalmente en bloques longitudinales de dos plantas con una distribución más rígida. Un detalle curioso del proyecto era que en algunos casos se accedía a las viviendas del piso superior mediante una escalera exterior de madera. Esta peculiaridad condicionaba la distribución interior de las viviendas, que era muy clara y sencilla con una marcada zonificación entre las estancias de día y de noche, ya que se disponían los dormitorios en la fachada principal o en la trasera dependiendo de si la escalera era interior o exterior. Y cabe mencionar también que, en todos los casos, se proyecta un aseo independiente situado en el vestíbulo de acceso (Fig. 6).

Formalmente, De Miguel vuelve a introducir evidentes referencias a la arquitectura vernácula de la zona, como son los tejados a dos aguas, los zócalos de piedra, los balcones de madera o algunas zonas porticadas en planta baja. En consecuencia, las fachadas en esta última solución eran indiscutiblemente más similares a las de otros proyectos para pescadores en el norte de España publicados en la RNA: Fuenterrabía, Maliaño, Moaña, Bueu, Lequeito o Cambados72. No obstante, no llegaron a materializarse porque la construcción del poblado se paralizó y no fue hasta 1945 que se retomó, pero con un nuevo proyecto de viviendas promovido por el ISM, firmado por Manuel Bastarreche Lerdo de Tejada e inaugurado en 195073.

Los continuos cambios y reformulaciones que dan lugar a propuestas, en ocasiones, completamente diferentes a las iniciales, son una constante en los proyectos que Carlos de Miguel redacta para viviendas de pescadores. Un claro ejemplo de ello son sus posteriores proyectos en el litoral mediterráneo, que a diferencia de los anteriores, destacan por sus singulares y modernas soluciones constructivas.

El proyecto residencial del “Poblado de pescadores en Cartagena”, promovido por le ISM, empezó a gestarse en marzo de 1947 y tan solo un mes después se hicieron los planos de la “Casa del Pescador”. Este preveía la construcción de 62 viviendas y 10 almacenes distribuidos en varios bloques, paralelos y perpendiculares entre sí en un solar trapezoidal con bastante pendiente en el barrio pesquero de Santa Lucía74 (Fig. 7). Urbanísticamente, se creaban varias manzanas semicerradas y tres patios interiores, conectados con la calle principal a través de arcos. La edificación proyectada tenía tres o cuatro alturas, dependiendo de su ubicación en el solar, cubiertas inclinadas de teja a dos o cuatro aguas y, en algunos casos, escaleras comunitarias exteriores y descubiertas que fragmentaban el bloque en dos volúmenes. Al igual que en otros proyectos aquí explicados, se pretendía romper con la monotonía y que hubiera cierta diversidad incluso en las viviendas propuestas. Si bien todas ellas eran muy similares entre sí y constaban de las mismas piezas: dos o tres habitaciones, salón comedor con cocina integrada y un baño completo, se desarrollaron hasta cinco tipos diferentes y variantes de los mismos. En cambio, el edificio de la Casa del Pescador presentaba una solución formal y constructiva completamente diferente, como si de dos proyectos diferentes se tratara75. Esta era una construcción compuesta por varios volúmenes prismáticos, dispuestos alrededor de un patio, con cubiertas planas y forjados ejecutados con bóvedas tabicadas de rasilla76.

Desde el punto de vista formal, la zona residencial presenta cierta analogía con las propuestas para pescadores en el norte de España, y, en consecuencia, ninguna relación con las soluciones publicadas en la RNA para las localidades portuarias en el sur77, como, en cambio, sí se produce con la Casa del Pescador. No obstante, esta descontextualización territorial, De Miguel intentó suplirla adecuando los bloques de viviendas a las condiciones climáticas del litoral mediterráneo y a su arquitectura tradicional con la introducción de las mencionadas escaleras exteriores, así como el dibujo de palmeras y de esteras enrollables de madera en sus planos.

Durante el proceso de ejecución de las obras, que finalmente concluyeron en 1955, se introdujeron cambios significativos en las soluciones constructivas que a su vez alteraron la configuración final del conjunto. Por una parte, se sustituyeron las cubiertas inclinadas por cubiertas planas con tierra de láguena78, por ello tanto la zona residencial como la Casa del Pescador adquirieron una similar configuración formal y aspecto exterior, ya que aparentemente, todos los edificios tienen una cubierta plana. Y, por otra parte, según las fotografías históricas publicadas en El Noticiero de Cartagena79, se simplificaron sobremanera las fachadas y se pintaron con dos colores muy contrastados (Fig. 8). La imagen recuerda poderosamente al proyecto de José Antonio Coderch para el ISM en Tarragona, que se va a comentar en este artículo, y que además se publicó en la RNA en 1951. Ya no hay ninguna referencia a la arquitectura tradicional del norte de España, sino a la mediterránea así como una evidente simplificación y nueva racionalización formal, que confirman el inicio del cambio que experimentó la arquitectura española a partir de 1949. En definitiva, el resultado final se vincula más aún con la arquitectura tradicional mediterránea y sus dos principales partes, las viviendas y su equipamiento, finalmente tienen una evidente uniformidad compositiva, formal y visual, que lamentablemente se ha perdido en la actualidad.

Asímimso, las viviendas de pescadores construidas en 1952 en la pedanía de Valencia de El Perellonet, promovidas por el ISM y conocidas como el Grupo Residencial Marqués de Valterra, distan mucho de las inicialmente proyectadas en abril de 1947, según los planos inéditos consultados (Fig. 9)80. El proyecto inicial preveía la ejecución de 27 viviendas protegidas de reducidas dimensiones con tres y dos dormitorios, siendo edificaciones de una sola planta y dispuestas en un solar muy irregular a tan solo 300 metros del mar y en la carretera que conecta Valencia con El Perelló. Se trataba de simples e insulsas viviendas unifamiliares de una única planta con cubierta inclinada de teja árabe y fachadas con algún detalle decorativo y ventanas estandarizadas que no destacaban por su modernidad ni tampoco por su vínculo con la arquitectura tradicional local81.

La segunda propuesta, firmada en diciembre de 1948, planteaba la realización de una vivienda más, en total 28, aunque el cambio más significativo que presentaba era la ejecución de una cubierta de bóveda tabicadas de 2 hojas de rasilla y protegida exteriormente por una terraza plana impermeabilizada con tierra arcillosa. Se trataba de una solución constructiva muy similar a la de Cartagena que provocaba, igualmente, un cambio radical en la configuración formal del conjunto y está vinculada con la arquitectura vernácula mediterránea de casas cúbicas con cubiertas de tierra. Nuevamente se establece una mayor similitud con las propuestas para pescadores en el sur de España82 y aparecen en los planos pérgolas emparradas, palmeras y árboles de poco porte.

Finalmente, el proyecto ejecutado según la memoria y los planos firmados en noviembre 1951 es bien distinto a los dos anteriores, ya que el conjunto vuelve a sufrir un segundo cambio sustancial gracias a la introducción de un sistema constructivo innovador: las bóvedas de hormigón armado Ctesiphon83. Se trata de un sistema de bóveda ondulada de mortero de cemento que adopta una directriz catenaria, por lo que De Miguel rotula en los planos que son “Viviendas de membrana ondulada”84. Esta solución constructiva está ligada con la propuesta de “Viviendas ultrabaratas en Córdoba” que Rafael de la Hoz Arderíus junto a José María García de Paredes publica en 1953 en la RNA, en el mismo número en el que también se presenta el proyecto de las viviendas de pescadores en El Perellonet85 y diversas páginas de publicidad sobre este sistema de construcción86. El resultado final, destaca por su modernidad y simplicidad de formas, que además pueden relacionarse con el expresionismo estructural de los ingenieros Robert Maillart y Eugène Freyssinet y de los arquitectos Oscar Niemeyer y Félix Candela87. Las viviendas se caracterizan por sus mínimas dimensiones, por carecer de vestíbulo de entrada y de un espacio propio para la cocina, y por tener el único aseo –sorprendentemente sin una ducha dibujada en los planos– así como las habitaciones conectados por un pasillo al que se accede a través del salón.

Por último, su ordenación urbanística, al igual que la propuesta arquitectónica, fue concretándose y modificándose a lo largo de los años debido al complejo solar del que se disponía y en ella destaca la presencia de una ermita, junto a la plaza del barrio, con las mismas características constructivas y formales que el resto de los edificios. En la actualidad, el Grupo ha perdido su coherencia paisajística y arquitectónica debido a las significativas modificaciones realizadas por sus habitantes y a la radical transformación de su entorno.

2. 3. Coderch y sus edificios de viviendas para pescadores: de la simplificación a la definición de un nuevo lenguaje moderno

José Antonio Coderch de Sentmenat (Barcelona 1913–Espolla 1984) estudió arquitectura en la Escuela de Barcelona (1931-1940) y desarrolló sus primeros años profesionales en Madrid con Pedro Muguruza y Secundino de Zuarzo, hasta que a partir de 1942 se estableció en Barcelona con Manuel Valls i Vergés, quien fue su socio durante 30 años. Coderch es uno de los máximos exponentes de la arquitectura española de posguerra que destaca por una obra personal adaptada a su contexto concreto y eminentemente residencial. En la década de 1940, experimentó con una arquitectura moderna de calidad, pero sin menospreciar la arquitectura tradicional mediterránea de la cual tomó varios elementos formales (véase las disposiciones aterrazadas o la organización libre en planta) y asistió, en 1949, a la V Asamblea Nacional de Arquitectos donde conoció a Gio Ponti (fundador y director de la revista Domus hasta su fallecimiento) y a Alberto Sartoris. Además, durante este periodo Coderch trabajó para diversos organismos oficiales lo que le permitió abordar con más intensidad el problema de la vivienda social. Estos fueron básicamente: la DGA (1940-1942), el Ayuntamiento de Sitges (1942-1945), OSH (1944-1954) y el ISM (1949-1952)88.

Su colaboración con el ISM dio como resultado varios proyectos de viviendas para pescadores en las provincias marítimas catalanas, cuando ya formaba parte del Grupo R, que fundó junto a varios arquitectos en 1950. No obstante, con anterioridad, había trabajado con los arquitectos José Mª Segarra Solsona y Manuel Baldrich Tribau en su proyecto de poblado de pescadores en Barcelona y en las viviendas Les Forques en Sitges (Barcelona), por lo que era un buen conocedor de la situación y de las necesidades de este colectivo de trabajadores89.

Uno de los primeros proyectos fue el Grupo Virgen del Carmen en Tarragona de 1949 que desarrolló junto con Manuel Valls i Vergés y Juan Zaragoza i Albí, que es un claro ejemplo de lo que era capaz de lograr con los más modestos medios, pero con criterio arquitectónico. Se trata de un proyecto singular porque es la adaptación de uno previo redactado por otro arquitecto para el ISM90. En consecuencia, la intervención de Coderch consistió en llevar a cabo una simplificación formal, funcional y constructiva de la propuesta inicial91. Además, es una obra que pertenece a su primera etapa creativa en la que define los estándares habitacionales y se interesa por la arquitectura tradicional mediterránea, ya que deseaba dotar a las viviendas de cierto bienestar que no solo se fundamentara en el existenzminimun y que tampoco implicara un desperdicio de espacio92.

El rasgo más distintivo del proyecto es la forma curva de su solar en el que las viviendas se distribuyen en dos bloques perfectamente regulares, curvilíneos y paralelos, con doble orientación y diferente altura respectivamente: uno de cuatro plantas y el otro de dos (salvo en un extremo donde tiene tres). En este último volumen, en planta baja hay viviendas, mientras que, en el de mayor altura se aprecian un total de 36 almacenes o bodegas con puerta de acceso desde la calle, muy probablemente, para custodiar útiles de trabajo relacionados con la pesca.

En las viviendas se introduce una división espacial en sentido longitudinal que permite situar en la fachada principal la sala de estar junto con el dormitorio principal, y en la opuesta el resto de dormitorios, la cocina, el baño y el núcleo escalera. Además, Coderch introdujo en los muros divisorios transversales un trazado ligeramente oblicuo entre las viviendas y los núcleos de comunicación vertical, logrando así optimizar funcionalmente el espacio comunitario y a su vez economizar el espacio de la cocina y el baño. La organización interior de las estancias gira alrededor de la sala de estar que simultáneamente cumple la función de recibidor y de espacio distribuidor al dar acceso a la cocina y a un pasillo que comunica las habitaciones con el baño.

La sencillez y pureza volumétrica prismática que caracteriza el conjunto queda interrumpido únicamente por el núcleo de escalera, que tan solo se aprecia en las fachadas traseras y que permite acceder a la parte transitable de la cubierta93. Sus sencillas y humildes fachadas, sin elementos decorativos y con simples ventanas y balcones, logran destacar por su expresividad, originalidad y modernidad, obtenida con simples técnicas constructivas y sistemas tradicionales españoles. De igual modo, estas consiguen resaltar por el fuerte cromatismo de su revestimiento exterior, caracterizado por el potente contraste entre el blanco y el rojo, así como por tener las viviendas una apariencia muy similar a las obras realizadas por otras instituciones en Almería94. Estos rasgos distintivos se aprecian claramente en los artículos que se publicaron en la RNA, incluso antes de su conclusión en 1952, y en las dos principales revistas extranjeras de arquitectura de la época: la italiana Domus y la francesa Architecture d’Aujourd’hui95, gracias a las impactantes fotografías que contienen (Fig. 10).

En 1949, Coderch diseñó también para el ISM una Escuela Primaria en Barcelona, que no llegó a construirse96 y, entre 1950 y 1951, dos proyectos de viviendas para pescadores en el barrio de la Barceloneta (Barcelona). Ambos pertenecen a la segunda etapa de Coderch caracterizada por la máxima expresión de su poética arquitectónica, en la que aplica una compleja metodología basada en la relación entre estancia, muro y hueco en fachada y cuando su experimentación sobre la composición de las viviendas alcanza su máxima madurez97.

El primero de ellos, es el icónico y famoso edificio situado en el actual Paseo Juan de Borbón, que tuvo gran repercusión, tanto a nivel nacional como internacional, y que ha sido ampliamente investigado y analizado98. Fue un encargo del Montepío Marítimo Nacional (en adelante, MMN), una entidad que dependía del ISM y destaca por su marcada modernidad e imagen abstracta, así como por su gran dinamismo espacial, a pesar de sus dimensiones y su carácter de edificio de viviendas sociales. Del proyecto se custodian planos firmados en 1952 y 1953 que junto a numerosos croquis y detalles constructivos permiten conocer cómo se gestó el edificio y la solución finalmente ejecutada (Fig. 11)99.

El edificio se levanta en un pequeño solar con una medianera lo que dificultaba poder cumplir con los requisitos impuestos por su promotor: dos viviendas por rellano de tres dormitorios y con dos camas cada uno. Por ello, Coderch estudió y analizó diversas opciones para lograrlo100, hasta que forzó la distribución interior inclinando los muros y tabiques, obteniendo así una planta aparentemente distorsionada, pero con una fuerte voluntad expresiva y claridad espacial: los dormitorios dan a las fachadas laterales, y las demás ocupan el testero y las esquinas. En definitiva, de forma magistral y aprovechando al máximo el espacio, consiguió que cada vivienda estuviera compuesta por un salón, tres dormitorios con dos camas, una cocina independiente, un baño completo con bañera, un aseo y tres terrazas, una de ellas con un lavadero, y además que cada habitación fuera independiente, gracias a dos espacios de distribución.

En la composición y materialización de las fachadas, según Coderch, las reducidas dimensiones de la sala de estar fueron las que motivaron el tamaño de los huecos (de suelo a techo) y la necesidad de tener que unir a través de uno de los dormitorios, las dos terrazas en la zona de noche. En su conjunto, el edificio se remata con un potente alero que recupera la geometría original del solar y sus fachadas se dividen en franjas verticales de muros de carga aplacados con rasilla vidriada (azulejos) y de persianas de lamas anchas orientables de madera coincidiendo con las ventanas y las terrazas. Éstas se inspiraban en las tradicionales persianas de librillo, tan frecuentes en el ensanche de Barcelona y generan en el interior de las viviendas una agradable luz y una sensación de recogimiento único.

La aparente complejidad visual de las plantas, casi laberínticas, caracteriza esta propuesta de viviendas para pescadores, al igual que su innegable riqueza espacial y la multitud de relaciones visuales que se establecen en su interior entre todas las estancias y con el exterior. Coderch estaba inventando un nuevo lenguaje moderno y personal que se alejaba de la ortodoxia racionalista y era consciente de ello puesto que: “Con la casa de La Barceloneta, después de la casa Ugalde, creo haber encontrado la buena vía en mi profesión…ambas, buenas o malas, son verdaderamente mías”101.

El segundo proyecto que construyó Coderch con Valles en la Barceloneta es un conjunto de 140 viviendas sociales y 28 tiendas destinadas a la Cofradía de Pescadores de Barcelona promovidas por el MMN en 1950, pero sin la misma trascendencia que el anterior proyecto. No obstante, tal y como ha sacado a relucir recientemente Palomino de la Fuente102, es una obra que merece ser tenida en consideración en la historiografía de Coderch, a pesar de que, en un momento de su ejecución, éste abandonó la dirección de la obra, quedando muchas incógnitas acerca del proyecto.

El conjunto, que recibió el nombre de “Grupo de Viviendas Almirante Cervera” y que hoy se conoce como “Bloc de Pescadors” o “Viviendas para la Cooperativa Obrera La Maquinista”, se emplaza en el solar que ocupó en su día el antiguo Cuartel de San Fernando y se caracteriza por estar compuesto por un edificio en forma de “U” de planta baja y cinco pisos que se dispone configurando una gran manzana casi cerrada (abierta a sur), mediante la agregación de un módulo base en forma de “T” con tres viviendas.

Según Palomino, existen varias versiones del proyecto y tan solo seis meses después del inicio de las obras, en abril de 1955, Coderch comunicó al ISM su intención de renunciar a cualquier proyecto que le pudieran proponer en el futuro, y el proyecto concluyó probablemente a finales de 1959 o principios de 1960103.

Su configuración final es el fruto de un constante estudio y reformulación por parte de Coderch durante cinco años, pero sin renunciar a ciertas premisas irrenunciables: la creación de una nueva plaza pública para el barrio, el rechazo al enfrentamiento frontal entre fachadas vecinas y la garantía de la privacidad de sus habitantes. Así pues, desde el principio planteó soluciones con fachadas plegadas con una envolvente en forma de zigzag a 45º y soluciones distributivas para las viviendas en las que ensayó todas las posibilidades que ofrecían los retranqueos, desfases y giros en las trazas de los tabiques104.

Las viviendas finalmente construidas siguen un rígido esquema distributivo en el que se separa la zona de día y de la de noche y que, al igual que en el proyecto anterior, permite la autonomía y privacidad entre ambas. Todas ellas son de tres habitaciones dobles (salvo una de ellas que tiene una habitación simple y dos dobles), salón con terraza, cocina independiente y baño completo. La renuncia a la ortogonalidad en las paredes divisorias introduce en las viviendas una calidad espacial de la cual ya se había percatado Coderch en su anterior proyecto y que vuelve a aplicar en este, donde además logra que todas las salas de estar den al espacio central y así tener una ocupación mínima de fachada105.

En la fachada exterior, donde se apoyan los dormitorios secundarios, las cocinas y los núcleos de comunicación vertical del edifico, el muro se pliega generando unas aberturas oblicuas que evitan el contacto visual frontal con el edificio situado enfrente. Se trata de unos planos apantallados que protegen las aberturas y que se caracterizan por tener un revestimiento continuo blanco que contrasta con las fábricas de ladrillo visto del resto de la fachada. En cambio, en el interior de la manzana, donde se crea un espacio verde y público, a modo de plaza semiabierta, las fachadas se definen con los mismos planos apantallados, en correspondencia con los dormitorios, con los tramos de muros de fábrica de ladrillo visto y por último, con el vacío de las terrazas, a las que se abren la sala de estar y el dormitorio principal106 (Fig. 12).

3. Paralelismos y divergencias en la concreción de viviendas para pescadores

El análisis de los proyectos de viviendas para pescadores permite evidenciar varios aspectos relevantes y coincidentes con otras promociones residenciales españolas de posguerra, pero permite también destacar las principales singularidades y diferencias que les caracteriza, así como su evidente evolución tipológica, formal y constructiva.

No obstante, de igual modo, la revisión histórica y de los proyectos que finalmente se ejecutaron pone de manifiesto como los entusiastas planes de viviendas de pescadores, que se crearon tras varios años de estudio sistemático del estado de las construcciones que habitaban, fueron unas propuestas excesivamente pretenciosas para la época y sin el éxito o los resultados esperados.

De los primeros proyectos de “poblados de pescadores”, en los que se pretendía satisfacer todas sus necesidades vitales con la construcción de un verdadero núcleo urbano perfectamente equipado, emulando a los poblados de colonización, se pasó a proponer “barrios de pescadores”, que derivaron en unos simples bloques de edificios o incluso en una única construcción. Se observa el paulatino abandono por parte de la administración de la idea de construir “poblados” para un grupo específico de trabajadores, a favor de la realización de viviendas protegidas que, en cambio, podían destinarse a cualquier otro gremio o habitante. En consecuencia, el inicial predominio de las casas unifamiliares, que incluso podían tener una pequeña parcela con un huerto o corral como en la primera propuesta de Santurce, fue sustituido por el de bloques de viviendas colectivas. Las viviendas unifamiliares hacían referencia más a las propuestas construidas bajo el amparo de la Ley de casas baratas, que se había desarrollado antes de la Guerra Civil, que a las soluciones residenciales que se estaban realizando en el ámbito internacional a partir de 1940. Además, los bloques en altura, que al principio tan solo tenían dos plantas progresivamente, fueron creciendo en altura aumentando su densidad y siendo también propuestas más económicas.

Desde la perspectiva urbanística, se promovió la construcción de viviendas higiénicas y funcionales dentro de un crecimiento urbano controlado, ordenado y cerrado según esquemas descentralizados y polinucleares. En los trazados de los nuevos poblados y barrios se crearon plazas y espacios ajardinados, zonas de relación o de protección como los soportales, que por otra parte eran muy típicos en los puertos del norte peninsular. Las propuestas seguían las pautas formales y constructivas defendidas por la DGA y las normas vigentes, tal y como era frecuente en los demás proyectos residenciales de la época. Dichas pautas estuvieron marcadas, en los primeros años de la posguerra, por la arquitectura tradicional que fue tomada como fuente de inspiración en las nuevas propuestas promovidas por las diversas instituciones y organismos del Estado. Por ello, en los primeros poblados y barrios de pescadores las referencias a la arquitectura vernácula son explícitas. Sin embargo, a partir de 1949, se empezó a mirar hacia las políticas que se estaban implementando en Europa y que estaba afrontando su reconstrucción tras la II Guerra Mundial. Por tanto, se modificaron los programas en las viviendas sociales y se empezaron a plantear otras soluciones, tal y como se aprecia claramente, en los últimos proyectos de Carlos de Miguel y en las viviendas de Coderch.

Tipológicamente, la gran diversidad que presentaban las viviendas tradicionales de pescadores en las diferentes costas españolas, se intentó homogenizar y unificar con soluciones muy similares en cuanto a su configuración en planta. En los primeros proyectos, a pesar de que formalmente nada tienen que ver con las propuestas internacionales, sí se aprecian rasgos propios de las soluciones residenciales racionalistas europeas anteriores a la Guerra Civil en lo referente a su distribución interna y a la existencia de una doble orientación y ventilación cruzada. El cumplimiento de unas condiciones mínimas de higiene parece que es indiscutible, más que la posible experimentación en cuanto al hábitat mínimo, como se observa en la obra de Muguruza. No obstante, sí que se produce una constante búsqueda en la organización de los diferentes espacios de la vivienda, por lo que progresivamente el salón deja de ser la pieza central alrededor de la cual se articulan las demás. Así pues, se evoluciona hacia una mayor sectorización, compartimentación e independencia de las estancias con la aparición de nuevos elementos como pasillos y recibidores. En este sentido, cabe destacar la singular manera que tenía Coderch de inclinar los muros para lograr una distribución espacial única. Asimismo, la presencia de espacios específicos para guardar útiles de pesca no es una constante que se da en todos los proyectos explicados ni tampoco analizados en esta investigación. Por ello, en muchos de los casos, incluso en las primeras porpuestas, las viviendas podrían haber sido destinadas a cualquier otro gremio o profesión sin que se proyecte por tanto una solución específica para los pescadores.

Atendiendo a la materialización de los proyectos de pescadores, en los primeros años de la posguerra hasta 1950 aproximadamente, la situación económica del país y de su industria no permitía el uso de ciertos materiales. No obstante, tras un primer periodo en el que las únicas soluciones constructivas posibles eran las tradicionales, el escenario cambió y se aprecia una progresiva incorporación de sistemas constructivos modernos y de vanguardia que llega también a los proyectos construidos para las comunidades de pescadores. Éstos incluso son el resultado, en ocasiones, de la reinterpretación o actualización de técnicas de construcción vernáculas, pero que imprimen modernidad a las construcciones, véase el caso de Cartagena. Ello vuelve a poner de manifiesto la gran importancia de la tradición en este periodo de la arquitectura española.

Por último, a modo de conclusión final en relación a los tres arquitectos seleccionados en este artículo y los nueve proyectos es posible recalcar como cada uno de ellos desempeñó un papel destacado y singular a la hora de intentar definir cómo debería ser una vivienda para pescadores. Muguruza fue el principal responsable e iniciador de las propuestas en las que imprimió unos marcados rasgos formales tradicionales que fueron adoptados por otros arquitectos en los primeros años, e igualmente determinante fue su papel institucional y gubernamental. En cambio, Carlos de Miguel, gracias a su papel relevante al frente de la principal revista de arquitectura española de la época fue conocedor de las principales novedades arquitectónicas del momento y las aplicó en su propia obra, mostrando su capacidad de asimilación y evolución siendo un claro ejemplo de ello las viviendas en El Perellonet. Finalmente, Coderch logró encontrar su propio lenguaje moderno con un edificio de viviendas para pescadores, pero sin dejar tampoco de lado la tradición ni la honestidad constructiva, experimentando y superando los principios generalistas del movimiento moderno, convirtiéndose, sin ninguna duda, en uno de los máximos protagonistas de la arquitectura española de posguerra.

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  1. 1 ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “La intervención estatal en el alojamiento pesquero. El caso del litoral cántabro (1940-1980)”, Eria: revista cuatrimestral de geografía, 29 (1992), pp. 253-266; ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, Cambio económico y modo de vida en las comunidades pescadoras cántabras (siglos XIX y XX), Santander, tesis doctoral Universidad de Cantabria, 1996; ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “Una pesca feliz: Alfredo Saralegui y sus pósitos de pescadores (1915-1936)”, Historia Social, 57(2007), pp. 3-26; ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “¡Arriba la pesca!: el discurso de la política social pesquera durante el Primer Franquismo”, Áreas, 27 (2008), pp. 95-103.

  2. 2 LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander. Un paisaje cultural identitario. Santander, Universidad de Cantabria, 2023.

  3. 3 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier. “Viviendas y poblados pesqueros en el litoral vasco durante la posguerra”, Zaniak. Cuadernos de Antropología-Etnografía, 39 (2021), pp. 99-141.

  4. 4 LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena (Spain) by Carlos de Miguel (1947-1955)”, VLC arquitectura, 8/2 (2021), pp. 183-217.

  5. 5 A modo de ejemplo, se aprueba en 1911 la “Ley de casas Baratas” y sucesivamente en 1921, la segunda, y en 1924 la tercera, así como la Ley Salmón en 1935; RÓDENAS LÓPEZ, Manuel Alejandro, Los orígenes de la vivienda social en la Región de Murcia. 1900-1936. Las iniciativas de casas baratas en Cartagena y Murcia, Valencia, Tesis Doctoral Universitat Politècnica de València, 2016, p. 759.

  6. 6 “Mejoramiento de la vivienda”, Revista Nacional de Arquitectura, 14 (1943), p. 51.

  7. 7 LÓPEZ ALARCÓN, Mariano, “El arrendamiento de las viviendas de renta limitada y de las subvencionadas”, Digitum, XX/2 (1962), pp. 164-208.

  8. 8 Ley de 19 de abril de 1939, establece un régimen de protección a la vivienda de renta reducida y crea un Instituto Nacional de la Vivienda, encargado de su aplicación, BOE, 110 (20 de abril de 1939).

  9. 9 La Obra Nacional del Hogar al principio se denominó Obra del Hogar y de la Arquitectura Nacional-Sindicalista u Obra del Hogar Nacional Sindicalista (1943), después Obra Sindical del Hogar (1948) y con posterioridad Obra Sindical del Hogar y de la Arquitectura (1955).

  10. 10 SAMBRICIO R. ECHEGARAY, Carlos, “Políticas de vivienda en el primer franquismo: 1936-1949”, Temporánea. Revista de Historia de la Arquitectura, 1 (2020), pp. 59-96.

  11. 11 CENTELLAS SOLER, Miguel,” Los pueblos de colonización de la administración franquista en la España rural”, P+C, 1 (2010), pp. 109-126.

  12. 12 Decreto de 8 de septiembre de 1939 aprobando el Reglamento para la aplicación de la Ley de 19 de abril de 1939, de protección a la vivienda de renta reducida, BOE, 275 (2 de octubre de 1939); INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA, Reglamento para la ejecución de la Ley de 19 de abril de 1939 de Viviendas Protegidas y Normas y Ordenanzas oficiales para su construcción, Madrid, Blass, 1939.

  13. 13 SAMBRICIO R. ECHEGARAY, Carlos, “Introducción”, en L’habitation minimun, Zaragoza, COAA, 1997, pp. 11-50; KLEIN, Alexander, Vivienda mínima, Barcelona, Gustavo Gili, 1980.

  14. 14 INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA, Reglamento para la ejecución…, p. 39

  15. 15 Ley de 15 de julio de 1954 sobre protección de “viviendas de renta limitada”, BOE, 197 (16 de julio de 1954).

  16. 16 Decreto de 24 de junio de 1955 por el que se aprueba el Reglamento para la aplicación de la Ley de 15 de julio de 1954 sobre protección de “viviendas de renta limitada”, BOE, 197 (16 de julio de 1955).

  17. 17 LÓPEZ ALARCÓN, Mariano, “El arrendamiento…”, pp. 165-166.

  18. 18 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, pp. 100 y 103.

  19. 19 BLAT, Juan, Vivienda obrera y crecimiento urbano (Valencia 1856-1936), Valencia, COACV, Generalitat Valenciana, 2000, pp. 275 y 287.

  20. 20 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, pp. 104-105, nota 12. BLAT, Juan, Vivienda obrera…, pp. 275 y 287. VV. AA., Guía de arquitectura de València, Valencia, Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, 2023, p. 265.

  21. 21 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, pp. 104-105.

  22. 22 “Mejoramiento de la vivienda en poblado de pescadores”, Revista Nacional de Arquitectura, 10-11 (1942), pp. 16-17.

  23. 23 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p. 101.

  24. 24 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p. 102.

  25. 25 Alfredo Saralegui y Casella (1883-1961) era un marino y sociólogo conocido como el patrón y abogado de los pescadores por sus ideas altruistas y reformistas que lo convirtieron en un propulsor contemporáneo de la política social en España; GALDEANO GARCÍA, Antonia, “Alfredo Saralegui y Casellas”, Diccionario biográfico de Almería, Instituto de Estudios Almerienses.

  26. 26 Real Decreto de 26 de febrero de 1930 (Gaceta de Madrid, 28 de febrero de 1930, 59-1370).

  27. 27 “Instituto Social de la Marina”, http://www.enciclopedia-juridica.com/d/instituto-social-de-la-marina/instituto-social-de-la-marina.htm

  28. 28 El Marqués de Valterra, Pascual Diez de Rivera y Casares (1889-1952), fue el Comisario General del ISM desde 1939 hasta su muerte en 1952; ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “¡Arriba la pesca!:…”, p. 96-97. PALOMINO y MARTÍNEZ DEL CERRO, Alfonso, “Pascual Díez de Rivera y Casares”, Real Academia de la Historia, https://dbe.rah.es/biografias/46686/pascual-diez-de-rivera-y-casares

  29. 29 Ley de 18 de octubre de 1941 por la que se reorganiza el Instituto Social de la Marina, BOE 306 (2 de noviembre de 1941), pp. 8548-8552.

  30. 30 ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “La intervención estatal…”, p. 255.

  31. 31 “Trescientos veinticinco millones de pesetas entregadas por el I. S. M. a más de 4.000 familias de pescadores”, Boletín del I. S. M., 177 (1964), pp. 18-23.

  32. 32 Plan Nacional de Mejoramiento de la Vivienda en los Poblados de Pescadores, tomo I, Madrid, Ministerio de la Gobernación - Dirección General de Arquitectura, 1942; tomo II, 1943 y tomo III, 1946.

  33. 33 VALTERRA, Marqués de, “La vivienda de los pescadores”, en Plan Nacional de Mejoramiento de las Viviendas en los Poblados de Pescadores, tomo I, Madrid, Ministerio de la Gobernación, Dirección General de Arquitectura, 1942. p. 10.

  34. 34 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p.105.

  35. 35 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p.105.

  36. 36 ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “La intervención estatal…”, p. 255; SAMBRICIO R. ECHEGARAY, Carlos, “Políticas de vivienda… “, p. 62.

  37. 37 Los datos recopilados se detallan en LLOPART i VILALTA, Amadeo, “Tres proyectos de poblados pesqueros en Cataluña”, Cuadernos de arquitectura, 8 (1947), pp. 3-5.

  38. 38 Tomo I: Regiones cantábricas y noroeste (1942), Tomo II: Regiones sur-mediterránea y sur-atlántica (1943) y Tomo III: Regiones de Levante y Tramontana (1946). No se incluyeron las islas Canarias y en el último tomo se incorporó, previa selección, la abundante información que se había recopilado en Cataluña; LLOPART i VILALTA, Amadeo, “Tres proyectos…“, p. 4.

  39. 39 Plan Nacional de Mejoramiento…, tomo I.

  40. 40 Se proponen anteproyectos de poblados en Fuenterrabía, Pasajes de San Pedro, Pasajes de San Juan, Orio, Guetaria, Motrico, Santurce, Ondárroa, Lequeitio, Bermeo, Castro Urdiales, Suances, Santander, Colindres, Santoña, Laredo, San Vicente de la Barquera y Avilés.

  41. 41 “Mejoramiento de la vivienda en poblado de pescadores”, p. 17.

  42. 42 LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena…”, p. 189.

  43. 43 Revista Nacional de Arquitectura, 10-11 (1942).

  44. 44 Se publicaron tres proyectos de poblados para pescadores situados en Tarragona, Barcelona y Rosas, así como un artículo previo del arquitecto Amadeo Llopart i Villalta en el que se detalla cómo éstos se gestaron y la gran relevancia que tuvo el estudio de la delegación catalana en el Plan Nacional de Mejoramiento de la vivienda en los poblados de pescadores a nivel nacional.

  45. 45 LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander…, p. 58.

  46. 46 BUSTOS JUEZ, Carlota, “La obra de Pedro Muguruza: breve repaso de una amplia trayectoria”, P+C, 5 (2014), pp. 101-120; BUSTOS JUEZ, Carlota y ENCÍO CORTÁZAR, Juan M. de, “Pedro Muguruza Otaño”, Real Academia de la Historia, https://dbe.rah.es/biografias/6493/pedro-muguruza-otano

  47. 47 MUGURUZA OTAÑO, Pedro, “Poblado residencia de pescadores. Fuenterrabía”, Revista Nacional de Arquitectura, 10-11 (1942), pp. 4-7.

  48. 48 No en vano los planos de abril de 1941 se rotularon con el siguiente texto: “Estudios para mejora de la vivienda”; Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando [en adelante, ARABASF], Madrid, Fondo Pedro Muguruza, Proyecto de Poblado Residencia de Pescadores en Fuenterrabía, 1941, Legajo 6-108-1.

  49. 49 El proyecto en Santander es el poblado de Maliaño de Carlos de Miguel González que se explicará en el siguiente apartado. En cambio, se desconoce cuál podría ser el proyecto asturiano, ya en construcción, que se menciona en el artículo de la RNA, puesto que solo se publican en el mismo número artículos sobre los 2 primeros; “Exposición de trabajos en la Dirección General de Arquitectura”, Revista Nacional de Arquitectura, 10-11 (1942), pp. 2-3.

  50. 50 MUGURUZA OTAÑO, Pedro, “Grupo de casas para pescadores en Fuenterrabía”, Revista Nacional de Arquitectura, 64 (abril 1947), pp. 150-154.

  51. 51 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p.118.

  52. 52 MUGURUZA OTAÑO, Pedro, “Grupo de casas…”, p. 152.

  53. 53 MUGURUZA OTAÑO, Pedro, “La casa rural en el País Vasco”, Revista Arquitectura, 17 (septiembre 1919), pp. 244-248; FRESNEDA COLLADO, Rafael; MUÑOZ COSME, Alfonso; CASTILLO FERNÁNDEZ, Javier y MOLINA GAITÁN, Juan Carlos, El legajo 57: fondo documental de Leopoldo Torres Balbás en el Archivo General de la Región de Murcia, Murcia, Tres Fronteras ediciones, 2017, p. 116.

  54. 54 MUGURUZA OTAÑO, Pedro, “Ideas generales sobre ordenación y reconstrucción nacional”, en Texto de las sesiones celebradas en el Teatro Español de Madrid por la Asamblea Nacional de Arquitectos, Madrid, Servicios Técnicos de FET y de las JONS, Sección de Arquitectura, 1939, pp. 3-13; BUSTOS JUEZ, Carlota, “Muguruza en la arquitectura española (1916-1952)”, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 2 (2015), pp. 27-46.

  55. 55 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p. 133.

  56. 56 ARABASF, véase nota 48.

  57. 57 BUSTOS JUEZ, Carlota, “La obra de Pedro Muguruza…”, pp. 108-109.

  58. 58 ARABASF, véase nota 48.

  59. 59 CASA MARTÍN, Fernando da, “La construcción en Pedro Muguruza”, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Anexo II (2015), pp. 121-134.

  60. 60 DÍEZ-PASTOR IRIBAS, Concepción, “Carlos de Miguel González”, https://dbe.rah.es/biografias/43353/carlos-de-miguel-gonzalez. LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena…”, p. 213.

  61. 61 Los proyectos de viviendas se localizan principalmente en la costa cantábrica y en la región pesquera de Alicante, Castellón y Valencia, al igual que los equipamientos específicos como el Centro Cívico para la Cofradía de pescadores de Altea-Alicante proyectado con José L. Picardo; LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena…”, p. 193; PICARDO, José L. y MIGUEL GONZÁLEZ, Carlos de, “Centro Cívico para la Cofradía de Pescadores de Altea-Alicante”, Revista Nacional de Arquitectura, 115 (julio 1951), pp. 36-38.

  62. 62 LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander…, pp. 39-40.

  63. 63 ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “La intervención estatal…”, p. 256.

  64. 64 “Se construirán 550 viviendas, acogidas al régimen del Instituto Nacional de la Vivienda, con los servicios de casa del pescador, sanatorio, mercado, tiendas, almacenes”; MIGUEL GONZÁLEZ, Carlos de, “Poblado de Pescadores Maliaño”, Revista Nacional de Arquitectura, 10-11 (1942), pp. 8-11.

  65. 65 LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander…, p. 41.

  66. 66 Una primera fase de 108 viviendas; la segunda de 24 viviendas, la Casa del Pescador y la Plaza del Mercado, y la última fase, de 138 viviendas. LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander…, p. 67. Barrio de pescadores, http://www.barriopesquero.es/historia/

  67. 67 LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander…, p. 58.

  68. 68 ANSOLA FERNÁNDEZ, Alberto, “La intervención estatal…”, p. 256.

  69. 69 A modo de ejemplo, se modificaron todos los tejados y las cubiertas entre 1988 y 1991 LOSADA VAREA, Celestina, El Barrio Pesquero de Santander…, p. 77.

  70. 70 El proyecto se encuentra custodiado en el Archivo General de la Administración. Fondo Dirección General de Regiones Devastadas; SANTAS TORRES, Asier, “La vivienda racional en el Gran Bilbao”, Bidebarrieta: Revista de humanidades y ciencias sociales de Bilbao, 15 (2004), pp. 311-342. MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, p.125.

  71. 71 MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados…”, pp. 125-127.

  72. 72 Se trata del doble número 21 y 22 de septiembre y octubre 1943 de la RNA.

  73. 73 El problema de la vivienda de los pescadores en la primera mitad del siglo xx. El caso de Santurtzi (III y IV), 7 de abril, 2020, https://elbolintxies.wordpress.com/2020/04/07/el-problema-de-la-vivienda-de-los-pescadores-en-la-primera-mitad-del-siglo-xx-el-caso-de-santurtzi-iii/

  74. 74 LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena…”, pp. 194-195.

  75. 75 MIGUEL GONZÁLEZ, Carlos de, “Casa del pescador en Cartagena”, Revista Nacional de Arquitectura, 89 (mayo 1949), pp. 200-206.

  76. 76 Cabe recordar que en el mismo número de la RNA se publicó también un artículo de Ignasi Bosch i Reig sobre bóvedas vaídas tabicadas y que Luis Moya acababa de publicar su tratado Bóvedas tabicadas (1947); LA SPINA, Vincenzina y BARGUES BALLESTER, César, “La arquitectura del mar en Cartagena (España) a mediados del siglo XX: historia constructiva de la lonja, casa y poblado de pescadores”, en Tercer Congreso Internacional Hispanoamericano de Historia de la Construcción Ciudad de México 21-25 enero 2019, Madrid, Instituto Juan de Herrera, 2019, pp. 505-515.

  77. 77 Un claro ejemplo son los proyectos de Viviendas protegidas en Tarifa (Cádiz) y Viviendas protegidas en puerto de Santa María (Cádiz) publicados en el doble número 21 y 22 de la RNA de 1943 y el Proyecto de poblado de pescadores en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) de Carlos López Romero en el núm. 42 de 1945 de la RNA; LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena…”, p. 189.

  78. 78 LA SPINA, Vincenzina; NAVARRO MORENO, David y MARTÍNEZ GIL, Joaquín, “Las cubiertas planas de tierra en la comarca del Campo de Cartagena (España). Caracterización material y definición constructiva”, Informes De La Construcción, 75/572 (2023), e516.

  79. 79 “La labor patriótica y de justicia social que realiza el Instituto Social de la Marina”, El Noticiero de Cartagena, 5444 (18 de julio de 1955).

  80. 80 Archivo General, Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible [en adelante AGMTMS], Madrid, Proyecto de viviendas para pescadores en El Perellonet (Valencia).

  81. 81 AGMTMS, Madrid, Proyecto de viviendas para pescadores en El Perellonet Valencia. Memoria abril 1947, ACMVIV// V-1768-VP.

  82. 82 LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena…”, pp. 192-201.

  83. 83 VV. AA., Guía de arquitectura de València..., p. 297.

  84. 84 AGMTMS, Madrid, Proyecto de viviendas para pescadores en El Perellonet (Valencia), Memoria noviembre 1951, ACMVIV// V-1768-VP.

  85. 85 MIGUEL GONZÁLEZ, Carlos de, “Viviendas de pescadores en El Perellonet (Valencia)”, Revista Nacional de Arquitectura, 135 (marzo 1953), p. 21.

  86. 86 HOZ ARDERÍUS, Rafael de la, “Viviendas ultrabarata”, Revista Nacional de Arquitectura, 135 (marzo 1953), pp. 14-20.

  87. 87 VV. AA., Guía de arquitectura de València,…, p. 297.

  88. 88 PALOMINO DE LA FUENTE, Andrea, “El otro Coderch de la Barceloneta: viviendas para pescadores Grupo Almirante Cervera, 1950-1960”, Temporánea. Revista de Historia de la Arquitectura, 4 (2023), pp. 29-50.

  89. 89 SEGARRA SOLSONA, José Mª y BALDRICH TIBAU, Manuel, “Proyecto de poblado de pescadores en Barcelona”, Cuadernos de arquitectura, 8 (1947), pp. 16-23; Listado de obras de José Antonio Coderch de Sentmenat, https://joseantoniocoderch.org/wp-content/uploads/2016/02/Listado-obras-JACS.pdf

  90. 90 BLANCO LAGE, Manuel, “El otro Coderch”, Revista Arquitectura, 268 (septiembre octubre 1987), pp. 34-39.

  91. 91 FOCHS ÁLVAREZ, Carles, J. A. Coderch de Sentmenat 1913-1984, Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2004, p. 186.

  92. 92 ZANNI, Fabrizio, “I tre periodi di Coderch”, Domus web, s. p., https://www.domusweb.it/it/recensioni/2003/11/24/i-tre-periodi-di-coderch-.html

  93. 93 La otra es de teja curva ligeramente inclinadas y ventiladas a través de pequeños orificios visibles en las fachadas principales.

  94. 94 BLANCO LAGE, Manuel, “El otro Coderch...”, p. 38.

  95. 95 ZARAGOZA ALBI, Juan; CODERCH DE SENTMENAT, José Antonio y VALLS VERGÉS, Manuel, “Viviendas de pescadores en Tarragona”, Revista Nacional de Arquitectura, 116 (agosto 1951), p. 28; CODERCH DE SENTMENAT, José Antonio y VALLS VERGÉS, Manuel, “Per i pescatori di Tarragona”, Domus, 273 (septiembre 1952), pp. 6-7; CODERCH DE SENTMENAT, José Antonio y VALLS VERGÉS, Manuel, “Groupe d’habitations pour des pêcheurs, Tarragone”, Architecture d’Aujourd’hui, 45 (noviembre 1952), pp. 55.

  96. 96 FOCHS ÁLVAREZ, Carles, J. A. Coderch…, p. 186.

  97. 97 ZANNI, Fabrizio, “I tre periodi di Coderch...”, s. p.

  98. 98 Al igual que el proyecto anterior se publicó en la principales revistas extranjeras y ha sido objeto incluso de publicaciones monográficas; FOCHS ÁLVAREZ, Carles, J. A. Coderch…p. 187; ARMESTO AIRA, Antonio, Edificio de viviendas en la Barceloneta, 1951-1955. José Antonio Coderch y Manuel Valls, Almería, Colegio de Arquitectos de Almería, 1996.

  99. 99 ARMESTO AIRA, Antonio, Edificio de viviendas…, pp. 12-16 y 31-42.

  100. 100 CODERCH DE SENTMENAT, José Antonio y VALLS VERGÉS, Manuel, “Edificio de viviendas en Barcelona”, Revista Nacional de Arquitectura, 158 (febrero 1955), pp. 13-18; Casa de la Marina 1951-1955, https://www.arquitecturacatalana.cat/es/obras/casa-de-la-marina#anchor2

  101. 101 “Bloque de Viviendas La Barceloneta. (Barcelona), 1951”, José Antonio Coderch de Sentmenat, https://joseantoniocoderch.org/viviendasbach/index.html

  102. 102 PALOMINO DE LA FUENTE, Andrea, “El otro Coderch…”, pp. 29-50.

  103. 103 PALOMINO DE LA FUENTE, Andrea, “El otro Coderch…”, p. 43.

  104. 104 PALOMINO DE LA FUENTE, Andrea, “El otro Coderch…”, p. 39.

  105. 105 Viviendas para la Cooperativa Obrera La Maquinista 1951-1953, https://www.arquitecturacatalana.cat/es/obras/habitatges-per-a-la-cooperativa-obrera-la-maquinista#top

  106. 106 PALOMINO DE LA FUENTE, Andrea, “El otro Coderch…”, p. 43.

Fig. 1. Esquemas incluidos en las “Normas y ordenanzas del Instituto Nacional de la Vivienda–1939” en el apartado XXXIV – Distribución de los edificios en la manzana [izq.] y en el apartado XXXVII – Parcelaciones económicas [der.]. INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA, Reglamento para la ejecución de la Ley de 19 de abril de 1939 de Viviendas Protegidas y Normas y Ordenanzas oficiales para su construcción, Madrid, Blass, 1939, pp. 63 y 68

Fig. 2. La vivienda del pescador en España. Plano que sintetiza los tipos de viviendas de pescadores en las diferentes costas españolas. Plan Nacional de Mejoramiento de la Vivienda en los Poblados de Pescadores, tomo I, Madrid,

Ministerio de la Gobernación - Dirección General de Arquitectura, 1942, p. 19

Fig. 3. Planta baja y alzados del “Proyecto de Poblado Residencia de Pescadores en Fuenterrabía. Estudios para mejora de la vivienda”. Pedro de Muguruza Otaño. 1941. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando [ARABASF], Madrid, Fondo Pedro Muguruza, Legajo 6-108-1, Signatura: Pl 2768_02616 y Pl 2773_02621

Fig. 4. Perspectiva y planta baja del “Proyecto de Poblado Residencia de Pescadores ‘San Pedro’” promovido por la Cofradía de Mareantes de San Pedro en Fuenterrabía. Pedro de Muguruza Otaño. 1947. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando [ARABASF], Madrid, Fondo Pedro Muguruza, Legajo 6-108-1,

Signatura: Pl 2806_02645 y Pl 2809_02648

Fig. 5. Páginas del artículo publicado en la RNA de 1942 sobre el Poblado de pescadores, Maliaño (Santander). MIGUEL GONZÁLEZ, Carlos de, “Poblado de Pescadores. Maliaño”, Revista Nacional de Arquitectura, 10-11 (1942), pp. 8-11

Fig. 6. Planos de las viviendas del proyecto de “Poblado de Pescadores, Santurce”. Luís Díaz y Carlos de Miguel. Abril de 1943. SANTAS TORRES, Asier, “La vivienda racional en el Gran Bilbao”, Bidebarrieta: Revista de humanidades y ciencias sociales de Bilbao, 15 (2004), pp. 3311-342; MUÑOZ FERNÁNDEZ, Francisco Javier, “Viviendas y poblados pesqueros en el litoral vasco durante la posguerra”, Zaniak. Cuadernos de Antropología-Etnografía, 39 (2021), pp. 99-141

Fig. 7. Planta baja y alzados del “Poblado de Pescadores en Cartagena”. Carlos de Miguel González. Abril de 1947. LA SPINA, Vincenzina, “A fishing village in Cartagena (Spain) by Carlos de Miguel (1947-1955)”,

VLC arquitectura, 8/2 (2021), pp. 183-217

Fig. 8. Fotografías históricas del conjunto de viviendas y de la Casa del Pescador en el barrio de Santa Lucía de Cartagena. Abellán. 1955. El Noticiero de Cartagena, (18 de julio de 1955). Hemeroteca del Archivo Municipal de Cartagena

Fig. 9. Plano del proyecto de “Poblado de pescadores en El Perellonet (Valencia)” firmado en abril de 1947 [izq., arriba], en diciembre de 1948 [izq, abajo] y en noviembre de 1951 [der.]. Carlos de Miguel González. 1947. Archivo General, Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible [AGMTMS], Madrid, ACMVIV// V-1768-VP

Fig. 10. Primera página del artículo de Coderch sobre las viviendas de pescadores en Tarragona. CODERCH DE SENTMENAT, José Antonio y VALLS VERGÉS, Manuel, “Groupe d’habitations pour des pêcheurs, Tarragone”, Architecture d’Aujourd’hui, 45 (noviembre 1952), p. 55

Fig. 11. Páginas del artículo publicado en la RNA sobre el edificio para pescadores en la Barceloneta. CODERCH DE SENTMENAT, José Antonio y VALLS VERGÉS, Manuel, “Edificio de viviendas en Barcelona”, Revista Nacional de Arquitectura,

158 (febrero 1955), pp. 13-18

Fig. 12. Interior de la manzana del conjunto de viviendas para pescadores en la Barceloneta. Coderch. José Hevia Blach. Arxiu Històric del COAC, Barcelona