El dibujo de Zacarías González Domínguez (1923-1953)
The drawing of Zacarías González Domínguez (1923-1953)
Jesús Ángel Jiménez García
Universidad de Salamanca
Departamento de Historia del Arte – Bellas Artes. Facultad de Geografía e Historia
C/ Cervantes, 2. 37002 – Salamanca
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2653-2948
Fecha de envío: 27/3/2025. Aceptado: 11/9/2025
Referencia: Santander. Estudios de Patrimonio, 8 (2025), pp. 153-192.
DOI: https://doi.org/10.22429/Euc2025.sep.08.04
ISSN-L e ISSN 2605-4450 (ed. impresa) / ISSN 2605-5317 (digital)
Resumen: En la publicación que tiene entre sus manos se pretende atender a una demanda que historiográficamente no se ha producido hasta el momento, y es dar importancia a la faceta como dibujante de Zacarías González Domínguez. Existen distintas publicaciones sobre su pintura, sus referencias, pero no se había realizado un estudio de los años de formación del artista. En este ensayo se ha puesto el énfasis en su biografía y el aprendizaje del dibujo desde su nacimiento, en 1923 hasta 1953 cuando consigue el título de profesor de dibujo por la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando.
Palabras clave: dibujo; apunte; perfil; dibujo acabado; Salamanca; siglo XX.
Abstract: This publication aims to address a historiographical gap that has not been previously explored —highlighting the role of Zacarías González Domínguez as a draftsman—. While various publications have examined his paintings and artistic references, no comprehensive study has yet focused on the artist's formative years. This essay emphasizes his biography and drawing education from his birth in 1923 until 1953, when he earned the title of Drawing Instructor from the Central School of Fine Arts of San Fernando.
Keywords: drawing; sketch; profile; finished drawing; Salamanca; 20th century.
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El dibujo desde la Antigüedad ha sido considerado el momento intelectual más elevado de la operación artística, por lo tanto, la concisión de la imagen es el proceso creador del trabajo artístico. Para ello, debemos distinguir las fases que se producen en la materialización de dicha técnica, por un lado, un nivel creador representado por el apunte, que sería la traducción instantánea de la idea, pensamiento o el concepto formulado en la mente. Y, por otro lado, un nivel de ejecución, el dibujo acabado o preparatorio que consta de una serie de fases.
Durante el siglo XVI se definen estos “métodos” o fases desde un punto de vista práctico. Así, si seguimos la terminología de Giorgio Vasari con relación a la práctica de la técnica, tenemos:
Zacarías González en su quehacer artístico utilizó este proceso creativo para dar al dibujo una importancia capital. Se inclinaba por los postulados de la concepción florentina de preeminencia del dibujo que adoptaron artistas como Nicolas Poussin, admirado por Zacarías.
Sin embargo, nuestro artista no daba la misma condición al sensualismo colorista propio de la concepción veneciana. Creía que con el color se podía jugar y permitirse licencias técnicas que son imposibles en el dibujo, como barrer, raspar, tapar. Incluso comentaba que el azar podía presentarse felizmente en el resultado de la obra.
Él sentía que la pintura vale más por la forma que por el colorido y admite que en el dibujo sí es posible identificar cuando este está terminado, mientras que en la pintura es más complejo intuir su final.
2. Referencias artístico-biográficas de Zacarías González Domínguez
Zacarías González Domínguez nació en Salamanca el 11 de febrero de 1923, y el mismo mes, el día 23, era bautizado en la parroquia de San Martín. Sus progenitores fueron Zacarías y Balbina oriundos de la Mata de la Armuña y Moriscos respectivamente, vivían en la calle San Pablo nº 8 de la ciudad de Salamanca, donde también regentaban una taberna denominada “La Bombilla” en la que ofrecían vinos y comidas1.
El matrimonio tuvo cuatro hijos. El mayor, Cándido, estudió en los Salesianos de María Auxiliadora y en la Universidad de Salamanca. En la Facultad de Ciencias siguió los estudios de Medicina obteniendo el título de licenciado el 28 de mayo de 1936. Durante la Guerra Civil fue teniente médico y estuvo en los Servicios Sanitarios Médicos en el Hospital de Salamanca para pasar posteriormente a disposición del general jefe de la 5ª región militar2. Después de la contienda siguió ejerciendo la medicina en la ciudad del Tormes teniendo su consulta en la calle Felipe Espino, nº 8.
La segunda era Basilisa quien realizó sus primeros estudios en el colegio de las Siervas de San José, donde destacó en geometría, geografía astronómica y dibujo3. En 1936 se matriculó en la recién creada Escuela de Artes y Oficios de Salamanca y durante el año académico 1936-37 coincidió, en las mismas aulas, con los escultores Agustín Casillas Osado y Damián Villar González4.
La tercera, Serafina, estudió en el mismo colegio que su hermana mayor, desde pequeña, Sera como era llamada familiarmente, mostró interés por la docencia5. Una vez terminado sus primeros estudios siguió su formación en Salamanca en la Escuela Normal de Maestras. Finalizó los estudios 1940 obteniendo el título de maestra en el mes de noviembre y optó a una convocatoria como maestra interina en la provincia de Soria6. En 1945 aprobaba las oposiciones de maestra nacional siendo su primer destino la provincia de Zamora7.
Y el menor de la familia, Zacarías, nuestro biografiado. Fue escolarizado desde muy pequeño en el Colegio de las Siervas de San José, el mismo colegio donde asistían sus dos hermanas mayores. Empezó a leer muy pronto debido al empeño de la Madre Ramona y en esos tiernos años, recuerda nuestro artista que tenía una biblia para niños ilustrada con estampaciones de Poussin, donde el orden en la composición y el clasicismo de las figuras le entusiasmaron e incluso las aprendió de memoria8.
En las entrevistas que concedió Zacarías rememoraba como fueron esos primeros momentos “en realidad nací con el lápiz en la mano. Yo creo que aprendí antes a dibujar que a leer y escribir”9, y en 1973, en otra entrevista, le decía a Luis Sastre10 lo siguiente:
“¿Mis primeros estudios? ¿Generales o de Arte? Los primeros estudios los hice aquí en Salamanca. Mis padres trabajaban y, a los tres años, como yo estorbaba en su trabajo, ya me tienes apechando con las monjas y con las primeras letras y con los primeros números. Enseguida aprendí a leer, uno de mis vicios”.
Todo este bagaje de aprendizaje se constata en las buenas calificaciones que logró en el curso 1929-1930, cuando realizaba el segundo grado, siendo uno de los alumnos premiados en la Velada Literaria celebrada el 12 de octubre de 1930 en el colegio de las Siervas de San José11.
2. 1. Zacarías González (1931-1941): Estudios de bachillerato y su contrato como dibujante en el rotativo local La Gaceta Regional
En el curso 1931-32 fue escolarizado en los Salesianos de San Benito donde cursó ese año académico y el siguiente de 1932-3312. En estos años hizo la Primera Comunión y se empezó a aficionar a las asignaturas de historia y geografía.
Una vez finalizada su educación primaria, el 25 de abril de 1933 solicitaba el examen de ingreso para el Bachillerato, realizándolo el 10 de junio del mismo año, no lo superó en la primera convocatoria, por lo que tuvo que presentar una nueva solicitud el 15 de agosto, y el 16 de septiembre de 1933 superaba dicha prueba13. Comenzó el Bachillerato en el curso 1933-34 obteniendo las mejores calificaciones, matrícula de honor, en Dibujo y Ciencias Naturales. Por dicho rendimiento académico tuvo la oportunidad de ir a la excursión escolar a Zamora y Saltos del Duero organizada para los alumnos de 1, 2 y 3 de bachillerato que habían obtenido matrícula de honor en algunas de las asignaturas cursadas. La visita cultural partió de la Plaza Mayor de Salamanca el 24 de mayo de 1934 y fue costeada por el Instituto Nacional de Salamanca14.
El curso 1934-35 lo siguió con matrícula oficial y volvió a obtener la máxima calificación en la asignatura de Dibujo. A partir del curso académico 1935-36 la familia de Zacarías decidió que la matricula fuera libre, preparaba las asignaturas con profesorado del Colegio Ateneo Salmantino y realizaba los exámenes finales en el Instituto. En este periodo, como reconocía el artista, se mezclaban calificaciones excelentes en asignaturas como dibujo, geografía, historia, ciencias naturales con estrepitosos fracasos en matemáticas, física, química, esta dinámica cambió en los últimos cursos de bachillerato con una notable mejoría en sus estudios, aunque seguía teniendo malos resultados en matemáticas. Terminó los 7 cursos de bachiller elemental el 14 de junio de 1940 y aprobó el examen de Estado15 en la convocatoria de septiembre de 1942.
Será en estos años, en los que está cursando el bachillerato, cuando se producen en su vida unos hechos que serán de suma importancia para el desarrollo posterior de su actividad artística. Recordaba Zacarías, en 1986, en la entrevista que concedió lo siguiente: “Dibujaba en cualquier sitio y utilizaba incluso las mesas de mármol que había en el bar de mi padre, y es que en las mesas de mármol se dibuja, con un lápiz de maravilla. El mármol es una de las materias más agradecidas” y seguía diciendo: “Yo era, ya de pequeño, un gran aficionado al cine, a las películas” y también en la entrevista que ofreció en 1973 decía16:
“el suceso que me ‘marcó’, en el sentido de hacerme para siempre servidor de ese matrimonio que se llama Dibujo-Pintura, aconteció el día, o la noche mejor, en que Juan Aparicio, que era director, por aquellos tiempos de la guerra, de ‘La Gaceta Regional’, le dijo a mi padre, al ver los dibujos en las mesas de mármol, que me presentara a él en la redacción del periódico… Me convertí en un dibujante de Prensa. Empecé a creer en mi mismo. En mi casa creyeron también. […]Aquellos primeros dibujos que, yo recuerdo, eran caras de Hitler, de Mussolini, de los políticos de entonces, de la Segunda Guerra Mundial y aparecían firmados por ‘Zaca’, un nombre breve, rápido, de dibujante, muy de acuerdo con su apunte y su pluma”(Fig. 1).
De esta forma nos encontramos a Zacarías enrolado en La Gaceta Regional de Salamanca, con un sueldo mensual de doscientas pesetas, donde uno de sus primeros dibujos firmado apareció el 31 de diciembre de 1938: en él estaba representado Miguel de Unamuno (Fig. 2).
Desde esa fecha hasta 1942 se produjo el periodo más fructífero de publicaciones de dibujos de Zacarías superando los cuatrocientos días. Venga como ejemplo que, en el año 1939, en La Gaceta se publicaron durante 209 días dibujos de nuestro artista.
Los dibujos que realiza Zacarías, como nos decía en la entrevista, fueron de diferente temática, políticos nacionales e internacionales de la época, actrices de cine o vistas de Salamanca. Muchos de estos dibujos, en algunos casos, eran meros apuntes esbozados de forma rápida, donde la línea y la tinta es la protagonista, pero otros diseños estarán mucho más elaborados. En ellos existe un estudio de luces y sombras que dan una mayor profundidad conseguida con las mismas técnicas, la línea para definir los contornos y los rayados para conseguir las sombras ejecutados con pluma y tinta. Como ejemplos, el que realizó en 1939 de Anna Sten, actriz estadounidense de origen ucraniano, la también actriz norteamericana Bette Davis realizado en 1940 y saliendo del retrato podemos apreciar las mismas características de los anteriores en las vistas del Palacio de Monterrey, o las Úrsulas de Salamanca de 1942 (Figs. 3 a 6).
Toda esta actividad, como dibujante en el rotativo salmantino, la compaginaba con sus obligaciones en los estudios de bachillerato y sus aficiones a la lectura y el cine. Este interés por el Dibujo también le trajo problemas con sus profesores en el Ateneo, ya que en muchas ocasiones empleaba el horario lectivo de clases en diseñar comics fotograma a fotograma, como las cintas cinematográficas y también realizaba dibujos de distintas temáticas que le encargaban sus compañeros. Esta actividad frenética de aprendizaje dibujístico fue la que le animó a presentarse al concurso que publicó la Diputación de Salamanca en 1940 para conceder una beca de estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. No consiguió la beca y nuestro artista creyó que fue un veredicto justo del jurado, aunque despertó la atención de uno de los miembros examinadores del concurso, José Manuel González Ubierna, que vio en Zacarías una buena promesa para la pintura, ya que en esa época era conocido solamente por “Zaca” el dibujante de La Gaceta. Esta fue su primera incursión en la pintura, un bodegón, modelo propuesto por la entidad convocante.
Una vez finalizado el bachillerato, en 1941, Zacarías realizó una visita a Madrid donde tuvo la ocasión de visitar el Museo del Prado y la Exposición Nacional de Bellas Artes, primera que se organizaba después de la Guerra Civil en los Palacios del Retiro durante los meses de noviembre y diciembre. En dicha exposición, con presencia de artistas salmantinos como José Manuel González Ubierna, Francisco Núñez Losada, Andrés Abraido del Rey y Francisco González Macías, se presentaron obras de artistas españoles con poca presencia extranjera, siendo la primera vez que se concedió una medalla de primera clase a una mujer, Julia Minguillón17. Zacarías recordaba esta visita con estas palabras18:
“Igualmente recuerdo como un hecho clave, poco después de terminada la guerra, fui a Madrid y vi una Exposición Nacional. Yo era muy ‘chaval’, es decir, muy ingenuo, pero descubrí la pintura viva de Solana, de Palencia. Todo me gustó en aquella exposición, y eso que acababa de salir del Prado. A todo le di el visto bueno porque comprendía que, a pesar del mal gusto de los cuadros de género, de las aldeanas con botijos y gallos, de los floreros cursis, era una pintura recién hecha por gente que vivía”.
Sin duda, como nos argumenta, le llamaron la atención los cuadros de Gutiérrez Solana pero más le influirá, en sus primeros años, Benjamín Palencia que en esta exposición de 1941 presentó dos obras, una titulada Crepúsculo y la otra Estío por la que consiguió una tercera medalla.
2. 2. Zacarías González (1942-1945): Formación universitaria; y en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca
En septiembre de 1942 realizó el examen de reválida en la Universidad de Salamanca consiguiendo el Título de Bachiller19. En ese mismo mes y año siguió con su formación artística matriculándose en las asignaturas de Modelado y vaciado y Dibujo Artístico que se ofrecían en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca obteniendo unas buenas calificaciones. Tuvo como profesor de Dibujo Artístico a Bernardo Fuentes y fueron compañeros de Zacarías, en dicha asignatura, los hermanos Francisco y Manuel García Guerras y Arístides Mateos Bermejo. En la clase de Modelado y vaciado, impartida por Montegut, tuvo como compañeros a Venancio Blanco y a los hermanos Belisario, Francisco y Manuel García Guerras20.
También es en este año de 1942, en noviembre, cuando solicita al director de la Escuela Normal de Magisterio de Salamanca su deseo de obtener el título de Maestro Nacional. Para ello inicia las prácticas el 15 de noviembre en la Escuela Graduada anexa a la Escuela Normal de Maestros de dicha ciudad, que terminará el 20 de mayo de 1943, bajo la dirección de Desiderio Martín Angulo21. Se examinó durante los años 1943 y 1944 de las asignaturas de Historia de la Pedagogía, Religión, Música, Pedagogía y Caligrafía, una vez superadas todas las materias en junio de 1944 solicitó el título de maestro de primera enseñanza que se expidió en Madrid el 30 de abril de 1945.
2. 3. Zacarías González (1946-1947): Milicias universitarias
Gracias a dichos estudios en Magisterio pudo enrolarse en las recién creadas Milicias Universitarias empezando la instrucción militar en el Campamento de Monte la Reina, durante los veranos de 1945 y 1946. Finalizada su etapa de formación castrense alcanza el puesto de alférez de complemento de la segunda promoción de Infantería y es destinado al Pirineo navarro entre marzo y octubre de 1947. Este periodo militar fue importante para Zacarías acercándole a otros paisajes, otra luz diferente a la de la meseta, otros colores, y por supuesto, como él reconocía, fue su inicio en la pintura22.
“Las prácticas las hice en tiempos del ‘maquis’ y demás fricciones con Francia, entre marzo y setiembre, en el Pirineo navarro: Garralda, Roncesvalles, Orbara… La verdad es que el ‘maquis’ y las antedichas fricciones con Francia, en aquellos años míos, cuando yo tenía entre 21 y 24, no eran del otro jueves ni del otro viernes. Los ocios militares eran frecuentes. Disponía de un sueldo que no sabía cómo gastar. Así que me encargué una caja de pinturas en una serrería del pueblo. La más lujosa que he tenido, de nogal. Fui a Pamplona y compré colores y pinceles. Y me puse a pintar. Fíjate qué tarde empecé con la pintura. A los 24 años. En cambio, con el dibujo, ya sabes cuán precoz me mostré”
Estos meses de prácticas militares los aprovechó para realizar sus primeros cuadros con un impresionismo propio que el artista había desarrollado al fusionar técnicas de distintos pintores como Degas, Nonell, Monet, o los puntillistas. La temática que desarrolla, maravillado por los parajes que descubre, será muy intimista representando paisajes norteños como los puentes sobre el Irati, el río que era utilizado por los barranqueadores para transportar la madera por el cauce fluvial; los cestillos de fresas silvestres, las flores de verbena muy abundantes en esa zona geográfica; y también los retratos de gente allegada que posaban para Zacarías como, por ejemplo: la mujer de su capitán, o sus compañeros de armas. A parte de su labor pictórica no descuidó su formación artística y tuvo la posibilidad de adquirir libros que le ilustraron el quehacer de los maestros de las Artes. Siendo en estos momentos, abril de 1947, cuando solicita por primera vez el examen de ingreso en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando23.
Acabada su obligación militar, Zacarías recuerda que, al volver, [a Salamanca] el “veneno” de la pintura ya había hecho presa de mí. Hace el examen de ingreso en San Fernando, pero no consigue el acceso en dicha escuela central. Es entonces cuando decide preparar mejor ese examen dedicando más tiempo al modelado, la pintura y el dibujo, por eso se matricula, el 30 de septiembre de 1947, en la asignatura de Dibujo Artístico que se impartía en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Salamanca. Fue su profesor Manuel Gracia y compartió aula en el curso académico 1947-48 con los artistas Arístides Mateos Bermejo, María Cecilia Martín Iglesias, Fernando Mayoral Dorado y Agustín Casillas Osado24. También recordaba Zacarías que en esas fechas la preocupación de sus padres porque encontrara un trabajo fijo y seguro era una de las ideas que flotaban en domicilio familiar.
Esta preocupación se volatilizó cuando en el mes de diciembre, de 1947, la Escuela de Nobles Artes de San Eloy, para su reapertura, convoca un concurso oposición para la provisión de plazas de profesores titulares y auxiliares de las asignaturas de Dibujo Artístico y Pintura. El desarrollo de las distintas pruebas se organizó en la sesión celebrada por el Patronato de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy, el día 5 de diciembre de 1947 tomándose una serie de decisiones: Se publicaría dicha convocatoria en la prensa local, en los periódicos nacionales ABC y Ya de Madrid y en La Vanguardia de Barcelona; el plazo para la presentación de la documentación terminaría el 31 de diciembre de 1947; los ejercicios de oposición se realizarían en Salamanca a partir del 8 de enero de 1948 y se proyectaba que la toma de posesión fuera en un breve plazo, porque se quería abrir las puertas a las enseñanzas el 20 de enero de 1948 coincidiendo con la misma fecha de apertura de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy en 1784. En la misma sesión se nombró el tribunal calificador compuesto por los siguientes miembros: el presidente Fernando Peláez de las Heras; como vocales actuarían Fernando Yscar Peyra; Ricardo Pérez Fernández, el especialista, académico o profesor designado en Madrid y como secretario Antonio Lucas Verdú25.
2. 4. Zacarías González (1948): Profesor auxiliar de Dibujo de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de Salamanca y su primera exposición
Todas estas pretensiones que se acordaron en la sesión del 5 de diciembre no se llevaron a cabo y en la sesión del 10 de enero de 1948 estudiaron como abordar las dificultades que tenían los ejercicios del concurso oposición de Dibujo Artístico y Pintura. Se decidió que el secretario y los vocales fueran a Madrid para que recopilaran información sobre el tipo y duración de los ejercicios, que gestionaran el desplazamiento de los modelos y la venida a Salamanca del profesor de San Fernando que debía formar parte del tribunal. El viaje se realizó según lo estipulado y la comisión designada informaba el 27 de enero de 1948 de la visita realizada a Salamanca del director de la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando, Julio Moisés y Fernández de Villasante. Los ejercicios de los aspirantes se realizaron en los meses de febrero y marzo de 1948 y Zacarías recordaba que las pruebas fueron difíciles tuvo que realizar un desnudo a carbón, un ejercicio de lavado, un bodegón y una copia del Moisés de Miguel Ángel y en la entrevista26 de 1973 decía:
“De Madrid, como cabeza del tribunal que las juzgara, vino don Julio Moisés, al que en todas las Historias del Arte Español califican de superacadémico. Por lo que supe, a don Julio le entusiasmó mi trabajo en el examen de dibujo de figura y creo que, gracias a él, se me concedió una de las plazas de profesor de dibujo”
El 20 de marzo de 1948 se hizo público el fallo de los tribunales calificadores y Zacarías conseguía la plaza de profesor auxiliar de dibujo27.
Los siguientes meses del año de 1948 fueron fructíferos para nuestro artista y el 31 de mayo recibe unas excelentes calificaciones en Dibujo Artístico en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca y supera el examen de ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
Un hito importante, a nivel artístico, también se produjo en 1948, en concreto entre el 25 y 30 de septiembre se presentó su primera exposición individual en la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy que se ubicaba en el edificio de la Cuesta del Carmen. En esta primera exhibición se expusieron treinta y dos obras (19 dibujos a pluma, 6 óleos, 5 gouaches y 1 acuarela)28.
De la muestra se hizo eco la prensa local y en sus publicaciones informaban de una serie de referencias con un ligero impresionismo y un sentido arcaico que unía dibujos de formas académicas del siglo XIX y principios del XX, con las modernas corrientes que imperaban en la mitad del siglo pasado.
También se apostillaba que era una de las más novedosas e interesantes que se habían presentado en Salamanca29.
Francisco Casanova, crítico de arte que escribía en La Gaceta Regional, publicó un artículo ensalzando la labor de Zacarías considerándolo un artista original con un valor auténtico del dibujo y la pintura, que había sido capaz de escapar del ambiente artístico de la ciudad anclado en el pasado30. Consideraba que “Zaca”, como era conocido en Salamanca, estaba capacitado para la tendencia surrealista dotándola de una visión personal, con símbolos pictóricos-literarios sin deformar los objetos a la manera de Dalí. Casanova veía una mayor influencia de Giorgio de Chirico, pintor “metafísico”, donde las formas eran concretas, reales y la idea estaba perfectamente conseguida en la composición de las obras.
Casanova estaba convencido que la exposición iba a provocar discusiones por esas obras que buscaban escapar y adentrarse en el arte más actual de aquel momento. Los óleos estaban tratados con la tendencia impresionista y posimpresionista, pero el crítico se refería a sus dibujos con profusión donde su arte era mucho más personal. En el artículo comentaba que en la exposición se ofrecían temáticas y técnicas variadas desde el clasicismo a tendencias modernas surrealistas y fauves, sus obras “Máscara” y “Odalisca” estaban realizadas al gouche con un influjo de Matisse donde predominaban superficies lisas, líneas muy definidas y colores vivos. Estas obras compartían espacio con la tendencia clásica que plasmaba en obras como “Pequeño homenaje a Corot” y “Negros adolescentes”.
Zacarías, en 1973, remoraba con estas palabras dicho acontecimiento31:
“Recuerdo, con mucho ‘chiste’, no encuentro otra palabra que pueda definir una extraña mezcla de vergüenza, osadía, placer, inocencia, etcétera, que, recién ingresado en San Eloy, es decir, cuando tenía 25 ó 26 años, hice en la propia escuela mi primera exposición de Dibujos y Pinturas. De la manera más improvisada posible. Hasta hubo que clavar puntas en las paredes de una de las clases, en época de vacaciones, claro. La exposición era una ensalada de estilos, malas y buenas influencias, técnicas varias, temática de toda índole. En fin, había de todo, cosa que a mi juicio no debe suceder en una exposición particular, pero sí ponía en evidencia que yo trabajaba mucho. Modestia aparte, creo que abrí en aquella ocasión, si me permites hablar en sentido figurado, bastantes ventanas en el ambiente calmo y pasivo, y provinciano, de nuestra ciudad. Salamanca, la población burguesa de Salamanca, admiraba, en razón a sus gustos, los retratos serios, las pinturas de flores y bodegones de buen oficio que, de tarde en tarde, se exponían en algún salón del Casino o de alguna institución oficial. Ver dibujos surrealistas y pinturas de colores enteros más o menos expresionistas, era un auténtico ‘tortazo’. Ya te digo, había de todo. Yo leía y devoraba, con indigestiones a veces, lo que buenamente caía en mis manos. Tal vez porque entonces, los libros de arte eran de publicación rara y difícil, yo —y otros como yo— nos engolosinábamos con más placer que ahora, presente de tanta abundancia”.
2. 5. Zacarías González (1949-1951): Alumno en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, y en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando de Madrid
Una vez conseguida la estabilidad laboral y el acceso a la Escuela Central de Bellas Artes, como hemos visto en líneas anteriores, Zacarías empezó la carrera de Bellas Artes como alumno libre. Los dos primeros cursos no los siguió en Madrid, sino en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, ya que su hermana Basilisa vivía en la ciudad hispalense en esas fechas. Durante el curso académico 1948-49 superó las materias del curso preparatorio de la Sección de Pintura y en el curso siguiente de 1949-50 aprobó dos asignaturas de primero, Dibujo del Natural y Colorido. En Sevilla tuvo como profesor a Alfonso Grosso, pintor de temas costumbristas que desarrolló una temática donde predominaba el interior de edificios religiosos, sobre todo conventos de clausura. Estuvo encargado de la asignatura de Colorido en la Escuela y supo ver en nuestro biografiado la calidad que atesoraba su pintura.
El curso académico de 1950-51, Zacarías lo siguió como alumno oficial en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Para ello tuvo que solicitar, al patronato de la Escuela de San Eloy de Salamanca, un permiso para ampliar estudios32que le fue concedido.
En Madrid cursó materias del primer curso que no había podido seguir en Sevilla y el segundo curso completo33. Coincidió nuevamente con Julio Moisés que impartía la materia de dibujo del natural. El docente había sido su valedor en la oposición realizada en Salamanca, y Zacarías recordaba que en una de las clases el profesor, Julio Moisés, le dijo “usted no pinta mujeres, pinta diosas”.
Durante su estancia en la capital, Zacarías tuvo ocasión de apreciar de primera mano el ambiente artístico vanguardista que se vivía en la ciudad. Este momento era el del pleno apogeo de la “Escuela de Madrid”, lo que le proporcionó una nueva visión de la pintura por lo que agregó un nuevo lenguaje personal a su obra.
En diciembre de 1950, del 18 al 23 se celebró en el Casino de Salamanca la I Exposición de Artistas Locales (Pintura y Escultura) donde participó Zacarías González con tres obras que llamaron la atención por la técnica utilizada, unos gouaches que a los críticos de la época les hacía recordar las obras de Miró, y los temas relacionados con escenas circenses34 (Figs. 7 y 8).
2. 6. Zacarías González (1951): Expone en la Galería-librería Clan de Madrid
Iniciado el año de 1951, en enero, su obra se expuso en Madrid en la famosa galería y librería Clan35. En un primer momento tuvo dificultades para convencer a su director, Tomás Seral, pero consiguió el beneplácito del poeta galerista y Zacarías anunciaba su próxima exposición en la entrevista que le hizo “Corín”36. Comentaba al entrevistador que se sentía con más confianza exponiendo en Madrid que en Salamanca, porque el público de la capital ostentaba un gusto distinto al de la ciudad del Tormes. Zacarías comunicaba que iba a llevar una veintena de cuadros, al óleo y gouaches, con temas variados, cosas de Salamanca y una serie de temas circenses, parecida a la que había expuesto en el Casino. Cuando en la entrevista le invitaron a definir esa pintura decía que era una exacerbación del color que satisfacía el intelecto, y ponía como ejemplo a muchos pintores como: Valdivieso, Lago Ribera, Lara, Conejo, Francisco San José etc.; pero como “patriarca”, Benjamín Palencia en los que yo veo esa “gracia pascual” que intuye D`Ors, pero matizaba que a la cabeza de todos ellos se encontraba, sin ningún lugar a duda, Matisse.
Durante la exposición, la prensa local salmantina se hizo eco de la exhibición que se desarrollaba en Madrid y Casanova37 desde las líneas que publicaba en La Gaceta advertía de la importancia que tenía que un pintor salmantino hubiese conquistado el ambiente artístico madrileño con todos los honores. Situación que no se le había concedido en Salamanca en la I Exposición del Casino por la insensibilidad de muchos frente a los tres “gouaches” que colgó Zacarías González. Muchas personas se preguntaban por qué aparecían las figuras y objetos desdibujados, cuando Zacarías González dibujaba maravillosamente. Mientras que otros encontraban los cuadros vacíos, sin contenido, fundamentando que las pinceladas eran mínimas y añorando el clásico bodegón o la figura acabada minuciosamente. Sin embargo, se anunciaba que los comentarios en los círculos artísticos madrileños evidenciaban que Zacarías poseía un estilo personal, una preocupación por la construcción de las formas donde se encontraban influencias de la pintura del momento (Matisse o Benjamín Palencia) (Figs. 9 y 10).
Una vez clausurada la primera exposición en Madrid, Zacarías hizo balance de esta en la entrevista que concedió a Francisco Casanova38. El joven pintor salmantino se sentía muy satisfecho en todos los sentidos, tanto económica como profesionalmente. Ponía de manifiesto que la pintura de ese momento era tomada, por mucha parte del público, como extravagante y resumía su criterio con estas palabras: Desde las cuevas de Altamira hasta nuestros días, la esencia del arte sigue un curso natural, con sus altibajos lógicos. No se puede pintar ahora como en los siglos XVIII y XIX, sino que hay que regenerar lo que se hacía en estos siglos, aunque se vuelva a caer en el XIV o XV. Se trata de un eterno retorno. Seguía diciendo que, en ese momento, se pintaba de diferente manera, aunque se utilizaran las mismas técnicas y materiales. Él creía que no había una pintura clásica o moderna, sino existían buenas o malas obras, y achacaba que parte del público estaba falto de formación y con un exceso de positivismo. Hablaba, en la entrevista, del genio de Matisse y de Picasso que no admitían comparación, del mismo modo que no se podía realizar dicha comparación entre Miguel Ángel y Velázquez. Y concluía la conversación contestando a una cuestión un tanto delicada en la que le preguntaban por el ambiente artístico de Salamanca, en esos primeros años cincuenta del siglo pasado, y Zacarías decía que no la había percibido por ningún sitio.
Fue el director de la librería Clan, el citado Tomás Seral, baluarte de la vanguardia española, el que le descubrió a Zacarías a algunos maestros extranjeros del cubismo y abstractos, Mondrian, Braque o Paul Klee; como los figurativos Giorgio Chirico, Morandi y otros artistas de la pintura metafísica italiana.
También entró en contacto con los pintores españoles de la época, y como comentaba a Corín, le interesó mucho Benjamín Palencia, no tanto por la composición de los cuadros, sino por la fuerza del color dando al fauvismo un matiz hispano en la exaltación del paisaje de la Meseta.
De igual forma llamó la atención de Zacarías el pintor Zabaleta, heredero del neocubismo, de aspectos simples, nítidos e ingenuos, un tanto infantiles, condiciones que le gustaban a Zacarías, pero sin duda resaltaba del artista la forma, la composición de sus cuadros, junto al color que estaba subordinado al dibujo (Fig. 11).
Otra de las influencias que recibe en este periodo madrileño fue la de Picasso, Zacarías admiraba toda su obra, pero le fascinaba su periodo clásico por el afán de equilibrio acompañado de un minucioso dibujo (Fig. 12).
En 1973 Zacarías hablaba de las fuentes y los maestros que habían impregnado su pintura39
“¿Qué quienes han sido mis maestros? Todos. Todos me dicen algo. Desde los que están en la Gloria, Velázquez, o Picasso, o Gris, o Zurbarán, o Ernst, o Chirico, hasta los que nunca podrán llegar a ella. Unos me informan de cosas buenas; los otros, de cosas malas. De todo se saca partido. Lo que hay que hacer, los ejemplos que hay que seguir. O lo condenable, lo que hay que dejar de lado. Todo es provechoso y yo soy muy aprovechado. Y es que no sólo de lo bueno se aprende. Se me ocurre que la frase de San Pablo: Conviene que haya herejes, tiene un sentido, un trasfondo que, referido a la pintura, me viene al pelo en esta ocasión. Lo que sí puedo puntualizar son mis preferencias. En arte prefiero el orden, lo tranquilo, lo pensado con reflexión. Prefiero Velázquez a Goya. Prefiero Gris a Picasso. Prefiero Morandi a De Pisis. Prefiero Vermeer a Rembrandt. Prefiero Tapies a Pollock. Y así sucesivamente”.
Finalizada su estancia en Madrid y finalizado prácticamente el año 1951, Zacarías participó en la II Exposición de Artistas Locales que se inauguró en el Casino de Salamanca el 12 de diciembre. En esta ocasión las obras que se expusieron tenían dos tendencias muy marcadas, por un lado, la pintura academicista y por otro la pintura moderna lo que creó un gran desconcierto y polémica en la ciudad entre los que defendían las novedosas obras, frente a los que atacaban dichas formas pictóricas anclados en el conservadurismo40. En esta ocasión Zacarías obtuvo el premio “Francisco Gil” por el cuadro El verano que fue una obra donde compaginó el bodegón, el paisaje y el estudio de figuras donde existía un perfecto equilibrio, un estudio de la luz y de la perspectiva, que sorprendió por su composición (Fig. 13).
2. 7. Zacarías González (1952): Profesor de Dibujo de la Escuela de Magisterio. Expone en la inauguración de la Galería Artis de Salamanca
La sorpresa que produjo la pintura de Zacarías en la II Exposición del Casino le condujo a una nueva atadura con Salamanca porque, el 17 de enero de 1952, el director de la Escuela Normal de Magisterio, impresionado por el cuadro premiado, le llama para que impartiera la clase de dibujo en dicha escuela ocupando una plaza de profesor ayudante interino41. Más tarde, el 20 de septiembre de 1960, consigue la plaza de profesor especial de Escuela de Magisterio Nacional y finalmente, el 4 de febrero de 1967, será el momento en que Zacarías adquiere la Cátedra de Escuela Universitaria que ocupará hasta su jubilación el 11 de febrero de 1988.
El año 1952 fue productivo en su actividad artística y laboral. Como hemos anunciado en los renglones anteriores ahora Zacarías tenía que atender a sus obligaciones docentes tanto en la Escuela Normal de Magisterio como en la Escuela de San Eloy. Y a esta situación se le añadieron más compromisos docentes, en este caso como alumno no oficial del tercer curso, de la sección de pintura, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid42. En relación con la actividad artística fue fructífera, ya que en Salamanca expuso en cuatro ocasiones a lo largo del año 1952.
La primera de las muestras fue la que se organizó desde el 27 de febrero hasta el 8 de marzo de 1952 para inaugurar la “Sala Artis”43. Estaba localizada en la calle Vázquez Coronado 4, en el mismo edificio que el antiguo Cine Salamanca. Era un espacio de dimensiones reducidas (Fig. 14).
En la exposición se mostraron dieciséis obras44, donde había utilizado diferentes técnicas, óleo, gouaches y un dibujo a pluma, El pintor y la modelo; algunos de los cuadros procedían de la exposición que se había realizado el año anterior en Madrid en la Sala Clan45, de esta manera, el público salmantino tenía la oportunidad de verlos por primera vez; y el director de la “Sala Artis”, Juan Navarro Cruz, comentaba en el catálogo46, que se confeccionó para la ocasión, las intenciones de la nueva galería y la personalidad artística de Zacarías:
“Al inaugurarse esta Sala de Exposiciones, abierta a todo lo que sugiera algo fuera cual fuere su manera o tendencia, viene a cubrir una necesidad que se echa de menos en la vida actual de Salamanca: lugar donde expongan los artistas sus obras y pretender con ello un posible resurgir de las artes en general.
Se presenta en esta ocasión a un joven pintor salmantino, que ya en su fugaz salida a Madrid (Sala Clan), hace dos años, cosechó un gran éxito, sorprendiendo por su inquietud creadora y por su espíritu entregado a las innovaciones del arte novísimo, consiguiendo que la crítica nacional se fijara en su obra.
Zacarías González sigue esta vez manteniéndose en la misma línea trazada, con sus intenciones estilísticas emplazadas en la pintura nueva esperándose que su temperamento y tesón plasmen una fuerte personalidad, de lo que son ya muestras estos cuadros admirablemente conseguidos, esbozados por una pincelada que se entrega a las más variadas intenciones técnicas, dentro, claro está, de una ‘manera de hacer’ suya, bien acusada por una fina sensibilidad”.
Un dato curioso de esta exposición fue que no se consiguió vender ni una sola obra de las expuestas, mientras que el año anterior, en la Sala Clan de Madrid, la venta había funcionado mejor. Este hecho constata lo que años después el galerista de Salamanca lo atribuía a que en “la ciudad era por esos años un erial en cuanto al comercio y coleccionismo de arte”47 (Figs. 15 y 16).
La segunda exhibición de 1952 en la que participó nuestro artista fue la titulada Estío. Se inauguró el 11 de agosto en la “Sala Artis” y exponían los artistas locales Andrés Abraido del Rey, José Manuel González Ubierna, José Luis Núñez Solé, Faustino Martín, Zacarías González y Mariano Sánchez A del Manzano, con los artistas de categoría nacional, Menchu Gal, Álvaro Delgado, Cirilo Martínez Novillo, Francisco San José y Juan Guillermo. En las crónicas de la época se ensalzaba la pintura de Zacarías que según Casanova pasaba de lo físico para entrar en lo metafísico. Y Delgado se congratulaba de la huida de los excesos coloristas y sintéticos de Zacarías para mostrar en su cuadro Mujer con laúd un sentido más equitativo de los temas y los colores consiguiendo, según Delgado, un cuadro más entonado, ponderado y moderado48.
La tercera exposición en la que participa fue en septiembre49. Estaba organizada por la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca en la Diputación. En este certamen consiguió la medalla de plata y un premio en metálico de 1500 pesetas como declaraba el jurado compuesto por Carlos Gutiérrez de Ceballos, Victorino Macho y don José Camón Aznar50. En las obras que presentó Zacarías, como por ejemplo Paisajes con figuras o El Estudio se advertía esa influencia de la pintura del momento relacionándolo con Picasso, Palencia o Zabaleta.
Su pincelada era más suelta y luminosa, los fondos bien estructurados y armonizados, al igual que hacían los artistas del primer renacimiento. En los primeros planos, la figura deshumanizada y aristada para definir los contornos. En estas obras había conseguido Zacarías la precisión de la forma y el color.
Y la cuarta y última exposición, en la que participó en este fructífero año de 1952 fue la III Exposición de Artistas Locales que venía organizando el Casino de Salamanca en los meses de diciembre. Las crónicas de la época se congratulaban por lo realizado en la ciudad para abrir nuevos horizontes en la pintura y en el arte en general y consideraban que ahora se tenía un plantel de artistas muy formados, y que el público, aunque tímidamente, empezaba a interesarse por las corrientes más novedosas. Evidentemente existían partidarios y detractores de la pintura más moderna que se realizaba en esos instantes, siguiendo aferrados al academicismo. En este ambiente Zacarías presentó unas obras donde se proyectaban la tendencias y técnicas que había ido experimentando.
En estas obras se acierta a vislumbrar un cierto deseo hacia la abstracción. Era una pintura que invitaba al descanso del espíritu, en definitiva, es una pintura muy elaborada y pensada, donde podemos ver la influencia de las obras de Zurbarán51.
2. 8. Zacarías González (1953) : Título de Profesor de Dibujo por la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando. Exposiciones en Sala Buchholz (Madrid), Sociedad Filarmónica (Salamanca), II Bienal Hispanoamericana de Arte (La Habana, Cuba), Artistas Locales Casino de Salamanca y Arte Sacro (Seminario de Salamanca)
En el año 1953, al igual que el año anterior, Zacarías muestra una actividad frenética en la producción. Para poder llevar a cabo los compromisos expositivos que adquiere y finalizar sus estudios en la Escuela Central de San Fernando, solicita permiso al Patronato de la Escuela de San Eloy para eximirle de la docencia en dicha escuela, que le fue concedido como se reflejaba en los acuerdos del 27 de enero de 195352.
En el mes de febrero tuvo su segunda experiencia expositiva en Madrid en la Sala Buchholz. Esta, al igual que Clan, era una librería, sede de tertulias de escritores, y galería de arte muy ligada con las nuevas formas artísticas. Fue abierta en 1945 en el Paseo de Recoletos, muy cerca del famoso “Café Gijón”. Allí conoció Zacarías a distintos artistas que estilísticamente no tenían relación con la “Escuela de Madrid”. Principalmente eran pintores muralistas como, Antonio Valdivieso, Carlos Pascual de Lara y Antonio Lago Rivera, preferido por Zacarías, por ser este más intimista que los otros.
La exposición compuesta por veinte óleos y seis gouaches fue muy uniforme, en la que predominaban las figuras delimitadas y recortadas, el color brillante y suave dando a conocer un lenguaje y una personalidad propia que mostraba con una temática cotidiana y aparentemente sencilla. Este resultado se aprecia, por ejemplo, en el de San Martín y el mendigo, obra que estuvo colgada mucho tiempo en la habitación de Zacarías53.
Una vez clausurada la exposición de Madrid, se organiza a fines de marzo la que sería su segunda exhibición del año, esta vez en Salamanca. Se inauguró el día 28 de marzo en los locales de la Sociedad Filarmónica, que estaba situada en la actual calle Rector Lucena 20.
Los artistas salmantinos que expusieron eran alumnos de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y de la de Arquitectura de Madrid. La idea de la exposición era mostrar los logros en sus respectivos aprendizajes y cada uno de los participantes hizo una autoselección, por lo que la muestra tenía un matiz personal. Participaron en esta María Cecilia Martín Iglesias, Zacarías González Domínguez, José Luis Núñez Solé, Arístides Mateos Bermejo “Corín”, Ricardo Pérez, José Luis Rodríguez Santos, Antonio García Lozano, Manuel Sánchez Méndez, Fernando Mayoral, Fernando Román, Domingo Sánchez García y Antonio Fernández Alba (Fig. 17).
Lo aportado por Zacarías fueron tres óleos, un bodegón, un paisaje y una violinista donde se apreciaba sus reminiscencias fauvistas con unas gamas de colores vivos, pero sin olvidar la composición que estaba matemáticamente estudiada54.
A mediados de abril de 1953 solicita matricularse, como alumno no oficial, en las asignaturas: Pedagogía del Dibujo, Dibujo geométrico y proyecciones, Dibujo decorativo y Ampliación de Historia de las Artes plásticas en España del último curso en la Escuela de San Fernando. Estas materias eran las específicas para la consecución del Título de Profesor de Dibujo. Superó todas ellas en la convocatoria ordinaria, por lo que en septiembre recibía el titulo acreditativo55.
La tercera exposición en que participa Zacarías en este año fue la organizada para preparar la II Bienal Hispanoamericana de Arte. Se acomodó, nuevamente, en los salones de la Sociedad Filarmónica inaugurándose el 4 de junio. Asistieron el rector de la Universidad, Antonio Tovar, el presidente de la Sociedad Filarmónica y catedrático de la Facultad de Letras, César Real de la Riva; el delegado provincial del Ministerio de Información y Turismo y vicepresidente de la Filarmónica, Ramón Gómez Cantolla; los catedráticos Esteban Madruga y Miguel Cruz y el tesorero de la Sociedad Filarmónica, Amalio Fernández Villafaena.
En la sección de pintura expusieron los artistas Andrés Abraido del Rey, Zacarías González y Josefina de la Torre Unamuno. En escultura José Luis Núñez Solé, Damián Villar, Gabriel Sánchez Calzada, Higinio Labrador y Jacinto Bustos Vasallo. Las obras que llevó Zacarías fueron tres donde destacaban tonalidades, líneas y planos con un protagonismo del color que en estas obras se ha convertido en luz.
El 14 de junio se anunció el fallo del jurado que estaba compuesto por el crítico del diario Ya, de Madrid, y miembro del Instituto de Cultura Hispánica, Ramón Descalzo Faraldo; el presidente de la Asociación Cultural Hispanoamericana de Salamanca, Antonio Tovar, y el secretario, Cruz Hernández
Por unanimidad, se acordó conceder el primer premio de Pintura a Zacarías González, por su obra Amantes, y el primer premio de Escultura, a José Luis Núñez Solé, por su obra Bañista; el segundo premio de Pintura a Andrés Abraido del Rey, por su obra Escena de la Poda. Las tres obras fueron seleccionadas para representar a Salamanca en la Bienal que se inauguró el 18 de mayo de 1954 en el Palacio de Bellas Artes de La Habana56 (Fig. 18).
En los últimos días del mes de julio de 1953 en La Gaceta Regional se publicó un artículo de Casanova57 que sacaba a la luz una faceta desconocida de Zacarías con la relación a la producción artística. Un manuscrito ilustrado de las Coplas de Jorge Manrique.
Francisco Casanova era sabedor del empeño que tenía nuestro artista en la realización de la obra. Él había sido testigo de los comienzos de ese trabajo donde Zacarías había puesto un gran esfuerzo, mucha voluntad y el mayor cariño. Reprodujo en grafías de la época las “Coplas” que escribió Jorge Manrique a la muerte de su padre y las ilustró.
El resultado fue un bello volumen de gran tamaño, de cien páginas, encuadernado en piel, que ofrece la curiosidad al amante de los buenos libros.
Los textos ocupan cuarenta y nueve páginas, tienen unas grecas con dibujos donde la línea y el color se fusionan de forma magistral (Figs. 19 y 20).
Las cuarenta ilustraciones a toda página evocan las vidrieras y los códices antiguos ofreciéndonos una muestra del dominio para conseguir aunar la idea, el tema, con el gusto y la sensibilidad de los colores. Con respecto a la composición está muy estudiada, al igual que la armonía como refleja en otras pinturas de estos momentos. Las tintas utilizadas son pocas y planas pero el efecto es vibrante.
Siguiendo con las ilustraciones, en el mes de octubre, nuestro artista participará realizando unos dibujos para acompañar los textos del suplemento que se hizo en La Gaceta para conmemorar el VII Centenario de la Universidad de Salamanca.
Zacarías finaliza el año de 1953 presentando obras en la IV Exposición de Artistas Regionales del Casino, que había cambiado su denominación de locales por regionales. En esta edición se contó con mayor presencia de artistas y también de obras presentadas. Además, en las crónicas locales se argumentaba que existía un resurgir en el arte en Salamanca que estaba acompañado de un interés de la población por el mismo. Algunos comentaban que en la edición que se presentaba no tenía la misma calidad que las que se hicieron los años anteriores. Sin embargo, Casanova, a través de sus párrafos, decía que lo presentado, en conjunto e individualmente, era muy satisfactorio, porque pocas ciudades del entorno tenían unas obras de variados temas y técnicas como Salamanca. Zacarías para la ocasión llevó tres cuadros, El río, Ulises y Objetos sobre fondo azul. Los dos primeros seguían las premisas que había marcado en otras obras donde el color y la composición primaban y el crítico Juan Delgado escribía que seguía con su habitual procedimiento impresionista. El primero de ellos, El río, le valió para conseguir el premio Francisco Gil.
Mientras que, en Objetos sobre fondo azul, Zacarías se adentraba en un cuadro más metafísico, donde los objetos van perdiendo su forma, aunque reconocibles, para darle un mayor énfasis a la idea. Así el autor, poco a poco, se estaba acercando a una pintura abstracta en la que brotó todo lo aprendido en sus experiencias en Madrid58.
Y para finalizar el año de 1953, el 27 de diciembre, en el Seminario Mayor de Salamanca se abría la Exposición de Arte Sacro, integrada por pinturas y dibujos de Zacarías González y esculturas, mosaicos y dibujos de José Luis Núñez Solé. Acompañaban a la muestra una colección de estampas, revistas y tres imágenes que procedían de la Peña de Francia. A la apertura de la muestra asistieron las autoridades religiosas y locales de la ciudad59. Y el crítico de arte de La Gaceta de Salamanca, Francisco Casanova60, escribía un artículo que nos anunciaba lo realizado por los artistas; y exponía el debate que se había suscitado no hacía mucho tiempo de cómo debía ser el arte religioso. Lo reflejaba con estas palabras:
“Mientras unos propugnaban una rigurosa sujeción a las formas y módulos clásicos o, más exactamente, academicistas, otros insistían en la necesidad de someterse a la creación estética en general, y la de índole religiosa en particular, a las corrientes actuales, puesto que la misión del hombre a través del arte es precisamente, perfilar en un hálito de eternidad su íntima razón de existir”.
Casanova creía que el arte religioso tenía que empaparse de las tendencias actuales del momento que vivía con un sentimiento artístico sincero. Por lo tanto, el arte religioso, según él, tenía que realizarse dentro del momento y que el artista aportara su inteligencia, ímpetu y fuera capaz de trasmitir, a través de sus obras, a un plano superior. Con estas palabras definía su gusto:
“Creo que contienen mayor unción religiosa esos Cristos de Roault de trazo vigoroso, donde la configuración externa queda supeditada a la expresividad espiritual, o esas composiciones delicadas, de línea sinuosa y sugerente, de la Virgen y el Niño de un Matisse, que los cientos de estampas prodigadas en el siglo pasado, donde apenas si el arte ha encontrado un límite superior, sometido a unas fórmulas lógicas de un efecto aplastante y de un alcance harto limitado”.
El crítico creía que había sido un verdadero acierto la exposición, confirmando que los artistas habían utilizado las técnicas de trabajo más actuales del momento, tanto en la escultura como en la pintura. Y en la obra de Zacarías, en su Tríptico de Navidad destacaba su sentido en la composición y el color, subordinado al tema.
Pero para Casanova fue muy llamativo y sorprendente los dibujos que se presentaban en la exposición, donde se mostraba al artista que no hacía una copia del natural, sino que tomaba lo esencial para dar a su obra un estilo personal. Los dibujos que se expusieron no solo eran los más recientes, estaban acompañados de otros realizados en distintos momentos. Con estos diseños alegóricos de trazados rápidos, Zacarías no solo había contribuido a la decoración de la sala, sino que se había puesto de manifiesto sus conocimientos técnicos de manejo del lápiz o el carboncillo, y por supuesto, la formulación de la idea en su nivel creador y la inspiración que este artista daba a toda su obra.
3. La Importancia del Dibujo para Zacarías González
En relación con el planteamiento teórico, ya desde finales del siglo XIV y a lo largo de las centurias siguientes nos encontramos en Italia con distintos artistas que avalan que dicha técnica es el fundamento del Arte: pensemos en Cennino Cennini, Ghiberti, Vasari, o Federico Zuccaro. Mientras que otros artistas coetáneos de los anteriores, Piero della Francesca, Alberti o Leonardo señalan la importancia del dibujo y su aprendizaje, pero no consideran que sea el fundamento de las Artes61.
En el siglo XVII, la concepción florentina de la preeminencia del dibujo es adoptada por el Clasicismo y por Poussin, que mantiene la supremacía del bello ideal y del diseño interno. Convive con la concepción veneciana cuyo representante más afamado será Rubens dando una mayor trascendencia al color y movimiento.
Esta querella entre Color y Dibujo se ejemplariza en la Academia Francesa. Existió un enfrentamiento entre las concepciones abstractas e idealistas; y el sensualismo colorista apoyado en la práctica de los sentidos y en el estudio de la Naturaleza62.
En el siglo XVIII desaparecen las afirmaciones tajantes anteriores, y se insiste en los aspectos prácticos e inmediatos del ejercicio del Dibujo y su Aprendizaje. ¿Cómo? A través del descubrimiento de lo natural63.
En el siglo XIX, la preocupación se pone de manifiesto en la clasificación de los dibujos; mientras que en el siglo XX es muy reconocida la importancia del dibujo por la valoración global de la personalidad del artista.
Zacarías González, al igual que habían hecho los tratadistas de los siglos XIV, XV y XVI, considera la técnica del dibujo como la llave de las Artes. Se inclina por los postulados de preeminencia del dibujo de la concepción florentina del siglo XVII que adoptaron artífices como Nicolas Poussin, admirando la claridad y el orden compositivo que aportaba a sus obras el artista.
Zacarías no da la misma importancia al sensualismo colorista de la concepción veneciana y también entrará en la disputa entre Color y Dibujo que se evidenciaba en la Academia Francesa del siglo XVIII. Cree que con el color se puede jugar, puede permitirse licencias técnicas como barrer, raspar, tapar e incluso el azar puede presentarse felizmente en el resultado de la obra. Pero estas condiciones que se pueden usar en la pintura, en el dibujo son imposibles.
3. 1. Técnica, soporte, materiales e instrumentos de Zacarías González
Los inicios en la práctica del dibujo en Zacarías se mostraron desde muy pequeño e insistía y creía que él antes de aprender a leer y a escribir ya dibujaba en un soporte tan noble como era el mármol de las mesas del bar de su padre.
De esas habilidades prácticas fue testigo Juan Aparicio López, el director de La Gaceta Regional de Salamanca entre 1937 y 1941, que al quedar prendado por los diseños que el joven Zacarías desarrollaba en esos soportes marmóreos pidió permiso al padre para que colaborara como dibujante en el periódico. Así fue como Zacarías entró a formar parte de la plantilla de ilustradores que trabajaban en La Gaceta, en los años que estaba realizando sus estudios de bachillerato.
Como hemos visto en párrafos anteriores Zacarías cultivó todas las fases o métodos prácticos del dibujo que ya describió Vasari. Tenemos ante nosotros un apunte, que se ha realizado en un tiempo de ejecución muy breve, con unos toques ligeros realizados a lápiz que muestran unas líneas horizontales en las que podemos percibir un estudio para realizar un paisaje.
Para Zacarías la línea, protagonista en este dibujo, es una fuerza y colocada o agrupada inteligentemente y de manera razonada, el resultado es satisfactorio. Tanto que, en este caso, una línea puede representar una colina. Aquí vemos la importancia del apunte en el proceso del dibujo y como argumentaba Zacarías64 “un buen dibujo es como una buena explicación. Pocas palabras, pero justas; pocas líneas, pero exactas”(Fig. 21).
Siguiendo con la gradación en el dibujo que realiza nuestro artista ahora podemos ver un perfil donde están definidas las líneas de contorno y podemos ver a dos mujeres en la playa. Técnicamente el dibujo está conseguido con la línea y la pluma donde no hay un estudio de luces ni color (Fig. 22).
Y como final en esas fases del dibujo, Zacarías aquí nos presenta un dibujo acabado donde se perciben los contornos, la profundidad y los colores (Fig. 23 y 24).
En este caso Zacarías con el lápiz ha realizado un estudio más exhaustivo de la composición, jugando con los diferentes planos de la obra. En el más cercano a nosotros se presenta un bodegón sobre una mesa donde podemos ver que el artista ha realizado algunos cambios en la obra final con respecto al dibujo preparatorio, mientras que mantiene los planos más alejados. Interesante son las anotaciones sobre el color que serán los que se utilicen en la obra final.
Para Zacarías, la composición de las obras es fundamental y propone que hay tres caminos para llevarla a buen puerto. El primero, por supuesto, por medio del dibujo, el segundo con los colores y la última vía sería jugar con las luces y las sombras.
Las composiciones que realiza Zacarías están muy estudiadas y siguen un equilibrio. Sus dibujos no están llenos de cosas, sino equilibrados de forma cartesiana para dejar un juego entre los espacios vacíos y llenos, que en la plástica tienen el mismo valor. Sus composiciones no son una suma de unidades sin ningún tipo de relación entre ellas, sino una suma de varios sumandos que permita ese trabajo de llenos y vacíos (Fig. 25).
Por lo tanto, nuestro artista, según publicaba en 1992 en su obra Apuntes de pintor exponía lo siguiente:
“Un cuadro con figuras para que esté bien compuesto no debe sujetarse al enunciado: 1+1+1+1+1=5 si fueran cinco las figuras en cuestión, sino, por ejemplo, a: 2+3=5 o 4+1=5.
Una composición basada en la primera igualdad, es decir en la suma de unidades no sería una composición en el verdadero sentido de la palabra, ya que no habría nexos de unión, relaciones. Así, no se puede hablar de composición ante el cortejo de la emperatriz Teodora en Rávena. En cambio si viene a nuestra memoria el cortejo de la reina de Saba de Pietro de la Francesca ya no sumaremos una unidad más otra, más otra, sino varios números”65.
La dificultad en la composición se plantearía cuando en la obra solo hay dos figuras, pero esa situación para Zacarías no entraña ningún problema y toma como ejemplo a Durero, que para el cuadro de Adán y Eva el tronco del árbol ejerce de tercera figura. También argumenta Zacarías que dos cosas no estarán unidas por lo juntas que estén en la obra, si no poque se dispone de un tercer elemento. Por eso expone la importancia de una línea que indicará dos planos, el del asiento de esas dos cosas y el de fondo para las mismas (Fig. 26).
Hablando de soportes Zacarías utilizó cualquiera de los que llegaban a sus manos, desde los recetarios de su hermano médico, cartulinas que encuadernaban diferentes folletos, bloc de dibujos, etc…. Era un apasionado de los materiales y creía firmemente que los soportes no solo cumplían la función de sustentar la obra, sino que debían formar parte de esta, porque el papel también era un pigmento, y el buen dibujante, según Zacarías, era el que aprovechaba las posibilidades que ofrecían esos materiales con sus diferentes tonalidades66.
En cuanto a los instrumentos que utilizó para el dibujo fueron muy variados pinceles, plumillas, tintas de diversos colores, carboncillo, lápiz, pastel, gouache cualquiera de esos medios le sirvieron para llevar una temática variada retratos, desnudos, bodegones, paisajes y temas religiosos.
La temática de los primeros dibujos no fue libre, ya que dependía de la demanda informativa del rotativo. Pero si fue muy variada con la realización de retratos (políticos, militares, personajes del ámbito cultural, toreros, actrices de cine de la época); paisajes urbanos; o escenas cotidianas.
Una de las primeras ilustraciones, firmada como “Zaca”, apareció en el artículo Di tu que he sido. Unamuno y Salamanca del 31 de diciembre de 1938. Zacarías, para la ocasión, utilizó una famosa fotografía para realizar el retrato. Aparece en primer plano Miguel de Unamuno sentado y de fondo el paisaje de Salamanca (Figs. 27 y 2).
Después de este dibujo de Miguel de Unamuno, durante todos los meses del año 1939, se publicaron en La Gaceta diferentes dibujos de Zacarías de las temáticas que hemos anunciado en líneas anteriores (Figs. 29 a 33).
Zacarías admite que el dibujo se conoce cuando se termina, mientras que en la pintura es difícil saber cuándo está finalizada67. Con estas palabras definía la importancia del dibujo68:
“si en algo me he estimado como artista, creo que ha sido en ser un buen dibujante. Creo que es más importante dibujar que pintar… Vale más la forma que el colorido. El dibujo es algo muy serio, es algo con lo que no se puede jugar. Con la pintura sí, pero con el dibujo, no; en todo momento hay que tener muy presente la disciplina, el orden”.
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1 El Adelanto. Diario de Salamanca (5 de abril de 1915), p. 2.
2 Boletín Oficial del Estado [en adelante, BOE] (23 de mayo de 1938), p. 7475.
3 En el Colegio de las Siervas de San José, al finalizar los cursos académicos, se realizaban exposiciones y veladas literarias donde participaban los alumnos de dicho centro. El Adelanto. Diario de Salamanca (20 junio 1923), p. 6; (26 junio 1925), p. 3; (20 junio 1926), p. 4; (23 junio 1927), p. 4; (26 junio 1928), p. 2; (27 junio 1929), p. 3; (26 junio 1930), p. 6.
4 REAL DE LA RIVA, César, Memoria y proyecto de ampliación y reorganización de la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca, Salamanca, Imprenta Núñez, 1945, pp. 5-7. Libro Actas de Calificaciones 1936-37. Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Salamanca, ff. 18-20. Basilisa se matriculó de Gramática y caligrafía que enseñaba Ángel Benito Paradinas; Aritmética y geometría práctica y Elementos de construcción que impartía el profesor Manuel García y García, y de Dibujo Artístico. En las dos primeras asignaturas obtuvo una calificación de notable, mientras que en la de dibujo consiguió un sobresaliente.
5 En el festival organizado por las Siervas de San José en junio de 1928 se llevaron a cabo una serie de acciones de difusión de la pedagogía que seguían en el colegio y Serafina, que en ese momento era alumna de tercer grado, junto con otros compañeros interpretaron la lección titulada “Ayer y hoy” donde comparaban los modernos procedimientos de enseñanza, con los antiguos. El Adelanto. Diario de Salamanca (1 junio 1928), p. 2.
6 Boletín Oficial de la provincia de Soria (24 enero 1941), p. 3 y (26 octubre 1943), p. 3.
7 BOE (31 agosto 1946), p. 6593 y (14 octubre 1946), p. 7680.
8 DÍEZ, Elvira; LÓPEZ, Ricardo y MORENO, Luis, La pintura de Zacarías González, Salamanca, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, 1984. DIEZ MORENO, E., La pintura de Zacarías González, Salamanca, Diputación de Salamanca, 1990. Y Zacarías González. Pintura, Salamanca, Caja Duero, 2008.
9 BRASAS EGIDO, José Carlos, “Zacarías González y la pintura de su tiempo. Aproximación a su trayectoria artística” en Bloc de Dibujos Zacarías González 1923/2023. Centenario, Salamanca, Diputación de Salamanca, 2023, pp. 41-60. MARTÍN BUENO, Manuel, “Zacarías González: de profesión dibujante”, Casa Grande. Periódico del Ayuntamiento de Salamanca, (15 agosto 1986).
10 SASTRE, Luis, Zacarías González. Artistas españoles contemporáneos, Pamplona, Ministerio de Educación y Ciencia, 1973, p. 11.
11 El Adelanto. Diario de Salamanca (14 de octubre de 1930), p. 2. DÍEZ, Elvira; LÓPEZ, Ricardo y MORENO, Luis, La pintura de Zacarías..., pp. 12-13.
12 Escuelas Salesianas. Registro de matrícula. Da principio en 22 de setiembre de 1931, curso 1931-1932, s/f.
13 Archivo Histórico Provincial de Salamanca [en adelante, AHPSa], Fondo Instituto Fray Luis de León, sig. 16215, expediente 33.
14 El Adelanto (26 mayo 1934), p. 4.
15 Archivo Universidad de Salamanca (en adelante, AUSa), AC 1218/12, f. 2.
16 SASTRE, Luis, Zacarías González…., p. 16.
17 Catálogo Oficial de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941, Madrid, Blass, 1941. CAPARRÓS MASEGOSA, Lola, Instituciones artísticas del franquismo: las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1941-1968), Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2019, pp. 47-106.
18 SASTRE, Luis, Zacarías González..., pp. 16-17.
19 AUSa 19637/78, s/f.
20 ACTAS ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS ARTÍSTICOS DE SALAMANCA, [en adelante, AEAOAS] Curso 1942-43, p. 90.
21 AUSa, AC 1218/12, f. 15.
22 SASTRE, Luis, Zacarías González…., p.17.
23 ARCHIVO GENERAL DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID [en adelante, AGUCM] Sig. 136-06-065, 18. Expediente González Domínguez, Zacarias; s/f.
24 AEAOAS, Curso 1947-48, p. 144.
25 Libro nº 54. Libro de actas del Patronato de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de 1947 y ss, f. 8. NIETO GONZÁLEZ, José Ramón y PALIZA MONDUATE, María Teresa, “La Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy”, en NIETO GONZÁLEZ, José Ramón y PALIZA MONDUATE, María Teresa (dir.), La Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de Salamanca, Salamanca, Caja Duero, 2007, pp 107-108.
26 SASTRE, Luis, Zacarías González…., p.13.
27 Libro nº 54. Libro de actas del Patronato de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de 1947 y ss, f. 11r. Finalmente el tribunal para la designación de las cátedras de Pintura y Dibujo Artístico estuvo compuesto de forma distinta a lo que se había acordado en la sesión del 5 de diciembre de 1947. Ocupó la presidencia Julio Moisés y Fernández de Villasante, académico y director de la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid; el secretario fue Antonio Lucas Verdú; y los vocales fueron Juan Mirat Domínguez, Fernando Iscar Peyra y Ricardo Pérez Fernández. Una vez finalizado el proceso de oposición el presidente del tribunal, Julio Moisés, era entrevistado por la prensa salmantina y manifestaba su satisfacción por el esfuerzo de los opositores, el nivel artístico elevado, y decía que había contemplado con detenimiento todos los cuadros y había apreciado que existía un gran plantel de pintores en Salamanca. Destacaba en la entrevista que unos cuantos habían realizado trabajos de verdadera calidad artística. “Al habla con Julio Moisés. Impresiones del ilustre pintor sobre los artistas salmantinos”, La Gaceta Regional (21 marzo 1948), p. 3.
28 Relación y títulos de las obras expuestas en la primera exposición. Retrato, óleo (Propiedad). Pequeño homenaje a Corot, dibujo a pluma. Máscara, gouache. Odalisca, gouache. La mujer de Lot, dibujo a pluma. El verano, dibujo a pluma. Iglesia de San Esteban en Salamanca, gouache. Tocador de laúd, dibujo a pluma. Candencia barroca, dibujo a pluma. Deseo persistente, dibujo a pluma. La tumba de un poeta desconocido, dibujo a pluma. Paisaje, gouache. Negros adolescentes, dibujo a pluma. Estudio a pluma para una decoración mural representando la mañana, el mediodía y la tarde. Paisaje, dibujo a pluma. La cesta de huevos, óleo. Boxeadores, dibujo a pluma. Venus y Cupido, dibujo a pluma. Desnudos, gouache. La siesta, dibujo a pluma. Desesperanza de postguerra, dibujo a pluma. La flor del mal, óleo. Retrato de Salomé, dibujo a pluma. Lavanderas y areneros, dibujo a pluma. El puente nuevo de Arive en Navarra, óleo (Propiedad particular). Florero, óleo. Una flor, óleo (Propiedad particular). Carreras de caballos, dibujo a pluma con acuarela. El nacimiento de una idea, dibujo a pluma. El testigo falso, dibujo a pluma. Florero, óleo. Niños esquiando, acuarela. El Adelanto (24 septiembre 1948), p. 3. Libro nº 54. Libro de actas del Patronato de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de 1947 y ss, f. 14v. MUÑOZ PÉREZ, Laura, “Las exposiciones de la Escuela de San Eloy en el siglo XX”, en NIETO GONZÁLEZ, José Ramón y PALIZA MONDUATE, María Teresa (dir.), La Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de Salamanca, Salamanca, Caja Duero, 2007, pp. 381-382. MUÑOZ PÉREZ, Laura, Arte, Cultura y Prensa en Salamanca, Salamanca, Centro de Estudios Salmantinos, 2010, pp. 124-125.
29 El Adelanto. Diario de Salamanca (24 septiembre 1948), p. 3; 26 septiembre 1948, p. 5. La Gaceta Regional de Salamanca (24 septiembre 1948), p. 3; (26 septiembre 1948), p. 4.
30 CASANOVA, Francisco, “Un artista pictórico-literario Zacarías González”, La Gaceta Regional de Salamanca (26 septiembre 1948), p. 4.
31 SASTRE, Luis, Zacarías González…., p.14.
32 Libro nº 54. Libro de actas del Patronato de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de 1947 y ss, f. 47r. NIETO GONZÁLEZ, José Ramón y PALIZA MONDUATE, María Teresa, “La Escuela de Nobles...”, pp. 175-179.
33 Las asignaturas que cursó en Madrid durante el primer curso fueron Anatomía Artística y Procedimientos pictóricos. Mientras que las asignaturas de segundo fueron Dibujo del Natural, Colorido y Composición, Historia general de las Artes Plásticas y Perspectiva en la que consiguió la máxima calificación. AGUCM, Sig. 136-06-065, 18. Expediente González Domínguez, Zacarias; s/f.
34 DELGADO, Juan, “Notas sobre la Exposición de Artistas Locales”, El Adelanto (21 diciembre 1950), p. 3 AGUIRRE IBÁÑEZ, Rufino, “Primera exposición de artistas salmantinos”, La Gaceta Regional (19 diciembre 1950), p. 3. BRASAS EGIDO, José Carlos, “Las exposiciones del Casino de Salamanca y su colección de pintura y escultura”, en El Casino de Salamanca. Historia y Patrimonio, Salamanca, Casino de Salamanca, 2004, pp. 440-453.
35 Se anunciaba en la prensa de Madrid la apertura a las 18 horas del lunes 15 de enero de 1951 de la exposición de Zacarías en la sede de la librería Clan que esta situaba en Espoz y Mina número 15. Hoja Oficial del Lunes (15 enero 1951), p. 6.
36 MATEOS BERMEJO, Arístides [Corín], “Dígame Ud. Zaca”, El Adelanto (4 enero 1951), p. 3.
37 “En Madrid. En torno a la Exposición de Zacarías González”, La Gaceta Regional de Salamanca (30 enero 1951), p. 3.
38 “De Arte. Entrevista con Zacarías González”, La Gaceta (15 febrero 1951), p. 3.
39 SASTRE, Luis, Zacarías González…., p. 15-16.
40 Esta polémica se puede seguir en los artículos que se publicaron con motivo de la exposición, un defensor de la pintura, llamada moderna, fue Francisco Casanova que no escatimaba en elogios a lo que Zacarías había realizado. “II Exposición de Artistas Locales. Los Premiados I”, La Gaceta (14 diciembre 1951), p. 4. Mientras que Delgado, aunque reconocía los valores de la obra premiada, cuestionaba las otras obras que había presentado Zacarías en “La Exposición del Casino. Moisés G. Cruz, Zacarías González, Carlos Guzmán, Manuel Gracia, Jesús Hernández Salvador, Fernando Román Jiménez y Faustino Martín García II” en El Adelanto (18 diciembre 1951), p. 6. MUÑOZ PÉREZ, Laura, Arte, Cultura, y ... pp. 90-91.
41 AUSa, AI 429/2, Expediente profesor Zacarías González Domínguez, f. 57.
42 La solicitud de la matrícula libre la realizó Fernando Román en representación de Zacarías el 21 de abril de 1952 y se matriculó de las siguientes asignaturas: Dibujo del natural en movimiento (retentiva, grupos y apuntes), Colorido y composición 2º, Teoría e Historia de la Pintura y Paisaje. Superó todas las asignaturas de ese año académico entre las convocatorias ordinarias y extraordinarias AGUCM, Sig. 136-06-065, 18. Expediente González Domínguez, Zacarías, s/f.
43 Asistieron a la inauguración autoridades locales de Salamanca entre ellas, el alcalde de la ciudad, Luis Fernández Alonso; el delegado provincial sindical Mariano Aniceto Galán; el subjefe provincial del Movimiento, José María Vargas Zúñiga, personalidades del ámbito cultural como el catedrático de arte de la Universidad de Salamanca, Laínez Alcalá; o los artistas afincados en Salamanca José Manuel González Ubierna, José Núñez Larraz, Andrés Abraido del Rey y José Luis Núñez Solé. Destacable fue la asistencia a la inauguración de la exposición de Camilo José Cela. En esos días (del 26 al 29 de febrero) el novelista estaba en Salamanca para impartir cuatro conferencias en la Facultad de Filosofía y Letras, en el Curso Superior de Filología Hispánica, tituladas “Cuatro nombres del 98”. Ver los ejemplares de El Adelanto (28 febrero 1952), p. 2 y 4; (1 febrero 1952), p. 4; (13 febrero 1952), p. 2; (22 febrero 1952), p. 3; (24 febrero 1952), p. 6; (26 febrero 1952), p. 1; (27 febrero 1952), p.1; (29 febrero 1952), p. 4 y (1 marzo 1952), p.4.
44 Los títulos de las obras que se expusieron fueron los siguientes: Payasos jugando a las cartas, Acuario, Cesta con flores, Paisaje, El pintor y la modelo (dibujo a pluma), Hombre de circo descansando, El caballo blanco, Trapecistas, Arlequín músico, Mujer y florero, Bodegón, Mujer junto al mar, Arlequín con laúd, [y tres cuadros] Campesinos. NAVARRO CRUZ, Juan, Sala Artis. Inauguración. Exposición Zacarías González. Pinturas. Del 27 de febrero al 8 de marzo, Salamanca, Imprenta Crespo Valle, 1952, p. 3. MUÑOZ PÉREZ, Laura, Arte, Cultura y..., pp. 128-129.
45 En la prensa local se publicaron distintas críticas artísticas sobre la exposición, unos apoyando el quehacer que veían en el artista, como Francisco Casanova que escribía en “la obra de Zacarías González se observa, esencialmente, una personalísima manera de hacer. Decir que este cuadro suyo recuera a Picasso o Cezanne, es no decir nada o casi nada, porque Picasso y Cezanne, a su vez, recuerdan a otros. Lo importante es la personalidad, la facultad de poseer, sobre lo demás un lenguaje propio, imitable únicamente en cuanto puede dar de si la pura imitación. Aquí está el gran mérito de este artista a quien sinceramente considero de una categoría extraordinaria”. La Gaceta (2 marzo 1952), p. 4. Mientras otros críticos como Delgado que trabajaba en El Adelanto introducían así su artículo: “En el pequeño pero grato salón de exposiciones “Artis”, ha expuesto Zacarías González ‘Zaca’, una colección variada de sus obras, despertando la inevitable expectación y las no menos inevitables discusiones entre los partidarios de sus métodos pictóricos y los contrarios a las modernas escuelas”, El Adelanto (6 marzo 1952), p. 4.
46 NAVARRO CRUZ, Juan, Sala Artis…., p. 2.
47 BRASAS EGIDO, José Carlos, “Zacarías González...”, pp. 41-60.
48 CASANOVA, Francisco, “Exposición Estío. Sala Artis”, La Gaceta (19 agosto 1952), p. 4. DELGADO, Juan, “La Exposición ‘Estío’. Sala Artis” en El Adelanto (23 agosto 1952), p. 4.
49 DELGADO, Juan, “La Exposición de la Escuela de Artes y Oficios en el Palacio de la Salina. Secciones de pintura y dibujo lineal I”, El Adelanto (21 septiembre 1952), p. 6. C. R., “Críticas de Arte. Cinco pintores salmantinos”, El Adelanto (12 octubre 1952), p. 6. CASANOVA, Francisco, “Exposición de la Escuela de Artes y Oficios. Sección pintura”, La Gaceta (18 septiembre 1952), p. 3. También el mes de septiembre colaboró de nuevo con la Sala Artis. Durante las fiestas y ferias de la ciudad se organizó una exposición de temas taurinos. Zacarías solo aportó un cuadro que representaba a un torero con el capote de paseo a la forma y manera de lo que había presentado en las exposiciones anteriores. Ver en DELGADO, Juan, “Sala Artis. Exposición de Temas Taurinos”, El Adelanto (1 octubre 1952), p. 4.
50 El Adelanto (14 septiembre 1952), p. 1. Los otros premiados en pintura fueron Andrés Abraido del Rey, Mariano Sánchez del Manzano y Pilar Sánchez Domínguez que obtuvieron tres terceras medallas y un premio de 750 pesetas. Y los agasajados en escultura: Inocencio Soriano Montagut y Cristino Mayo a los que se adjudicó las dos primeras medallas de oro y premios de 2.500 pesetas a cada uno, y dos segundas medallas de plata y premio de 1.500 pesetas, a Francisco González Macías y a José Luis Núñez Solé, declarando desierta la tercera.
51 CASANOVA, Francisco, “III Exposición de Artistas Locales. Josefina de la Torre, Pilar Sánchez Domínguez, González Ubierna, Zacarías González y Faustino Martín”, La Gaceta (14 diciembre 1952), p. 5. DELGADO, Juan, “III Exposición de Artistas Locales, en el Casino de Salamanca. José Fuentes González, Manuel Gracia Guerras, José Manuel González Ubierna, Francisco Gonzalez B., Zacarías González, Manuel Gracia y Manuel Jerónimo Barroso II”, El Adelanto (14 diciembre 1952), p. 4.
52 Libro nº 54. Libro de actas del Patronato de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy de 1947 y ss, f. 73r.
53 “Exposición de Zacarías González, en Madrid”, El Adelanto (1 febrero 1953), p. 2.
54 “Exposición de alumnos de Arquitectura y Bellas Artes”, El Adelanto (27 marzo 1953), p. 4. CASANOVA, Francisco, “Arte. Exposición de los alumnos de Bellas Artes”, La Gaceta (9 abril 1952), p. 3. DELGADO, Juan, “Sociedad Filarmónica. Exposición de obras de los alumnos de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando”, El Adelanto (15 abril 1953), p. 4.
55 AGUCM, Sig. 136-06-065, 18. Expediente González Domínguez, Zacarías, s/f.
56 “Ayer, en la Sociedad Filarmónica. Se inaugura la Exposición preparatoria de la II Bienal Hispanoamericana de Arte”, El Adelanto (5 junio 1953), p. 2. “Zacarías González y José Luis Núñez Solé, primeros premios de pintura y escultura de la Exposición de Artes Plásticas”, El Adelanto (16 junio 1953), p. 3. CASANOVA, Francisco, “Exposición de Artes Plásticas”, La Gaceta (16 junio 1953), p. 5. DELGADO, Juan, “En la Sociedad Filarmónica. Exposición de pintura y escultura”, El Adelanto (21 junio 1953), p. 5. II Bienal Hispanoamérica de Arte. Catálogo general, La Habana, Palacio de Bellas Artes, 1954, p. 95.
57 CASANOVA, Francisco, “Un valioso ejemplar de las “Coplas”, de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Manuscrito e ilustrado por Zacarías González”, La Gaceta (21 julio 1953), p. 3.
58 “IV Exposición de Artistas Locales. Fallo del Jurado calificador”, La Gaceta (15 diciembre 1953), p. 3. CASANOVA, Francisco, IV “Exposición de Artistas Locales Los Premiados I”, La Gaceta (16 diciembre 1953), p. 6. DELGADO, Juan, J. “Exposición de Artistas Locales en el Casino de Salamanca. García Guerras, García Sevillano, Gómez de Liaño, González Ubierna, González (Zacarías), Gracia (Manuel) y Grande García”, El Adelanto (18 diciembre 1953), p. 4.
59 Asistieron a la inauguración el obispo, doctor Barbado Viejo; el alcalde, Carlos Gutiérrez de Ceballos; el rector de la Universidad, don Antonio Tovar; el catedrático de Arte, Rafael Laínez Alcalá; el historiador y crítico de Arte, Lafuente Ferrari; Lamberto Echeverría; Constancio Palomo; Eduardo Lozano Lardet, arquitecto; rector del Seminario, vicerrector y superiores y los seminaristas que se habían encargado de la instalación de la exposición. “Inauguración de la Exposición de Arte Sacro. Tuvo lugar el domingo, con la asistencia del señor obispo y autoridades”, El Adelanto (29 diciembre 1953), p. 2.
60 CASANOVA, Francisco, “En el Seminario. Exposición de Arte Sacro”, La Gaceta (1 enero 1954), p. 6.
61 Cennino Cennini destaca en El libro del Arte que “El fundamento del Arte el principio de estos trabajos de mano es el diseño y el color” y sigue diciendo que “la más perfecta guía que puede tener el artista, y el mejor timón, es la puerta triunfal del dibujo del natural”.; CENNINI, Cennino, El libro del arte, Buenos Aires, Argos, 1947, p. 41. Para Ghiberti el dibujo es el fundamento y técnica de las Artes, según expone en su Comentario de hacia 1450. Y según Miguel Ángel la pintura, escultura y arquitectura culminan en el dibujo. Es la primera fuente y alma de toda clase de pintura y la raíz de todas las ciencias.
Vasari (1511-1574) manifiesta que los dibujos se organizan en el intelecto en forma de concepto, Imagen Interior, por la contemplación del natural. Para él, la experiencia de los sentidos y la abstracción espiritual tienen la misma importancia en la creación del dibujo. Entonces en Vasari la idea aristotélica-tomista del concepto universal extraído de la contemplación y la reflexión, es la base de su pensamiento.
La generación siguiente, el Manierismo, pondrá su acento en el Neoplatonismo, entonces, la experiencia de los sentidos, la cognicione de Vasari, va a ser olvidada. El dibujo ahora es una especulación nacida en la mente y una artificiosa industria del intelecto. Así el equilibrio entre experiencia y abstracción intelectual se rompe en favor de la última; VASARI, Giorgio, Las vidas: de los más excelentes arquitectos, pintores y escultor es italianos desde Cimabue a nuestros tiempos, Madrid, Ediciones Cátedra, 2011.
Un apasionado de estas ideas, Federico Zuccaro, las funde con la teología contrarreformista y escribe en 1607 Idea de pintor, escultor y arquitecto con una teoría del dibujo que tendrá una enorme difusión. Zuccaro distingue entre Dibujo Externo y Dibujo Interno. Siendo una concepción enteramente platónica, el artista dice que la idea es anterior al conocer; su origen y su más pura forma descansa en Dios. Entonces el Dibujo Interno es algo divino, por lo tanto, si su origen está tan ensalzado el dibujo es origen y fundamento de las Artes; ZUCCARO, Federico, L'idea de' pittori, scvltori, et architetti, del Cavalier Federico Zvccaro, Torino, Agostino Disserolio, 1607.
Pero no todos los artistas o tratadistas compartían estos principios que hemos enunciado. Ya que en el XV y primeros años del XVI, el dibujo era considerado como un ejercicio descriptivo y práctico. Para Piero della Francesca por Dibujo entendemos los perfiles y contornos que las cosas tienen. Alberti identifica el dibujo con la línea de contorno, el límite de las cosas al que se refiere Piero.
Leonardo también insiste en los contornos de cada objeto y que sus inflexiones deben traducirse con mayor diligencia. Además, formula como debía ser el aprendizaje: “Primero has de copiar obras de un buen maestro que las haya dibujado del natural; luego dibuja de formas plásticas y, finalmente, de buenos modelos de la naturaleza”. Esta gradación del aprendizaje dibujos o estampas, modelos de escultura, modelos vivos y naturales se verá en las normas de la Academia del XVIII.
A fines del siglo XVI en Lombardía se da la confluencia de las anteriores experiencias Lomazzo en su Tratado de la pintura de 1584 refleja las incertidumbres: La definición Vasariana del dibujo como fundamento del Arte apoyado en Miguel Ángel. La veneciana que da la importancia al color. Y la de Leonardo que exalta el valor de la luz..
62 DUFRESNOY, Charles-Alphonse, De arte graphica, Lvtetiae Parisiorvm, Apud Clavdivm Barbin, 1668, restablece el equilibrio entre Idea y Naturaleza. Comenta que los pintores no permanezcan tan vinculados a la Naturaleza, que no concedan nada a los estudios ni al Genio; pero que tampoco crean que su Genio y la memoria de las cosas que han visto son suficientes para hacer un buen cuadro, sin la ayuda de la Naturaleza, que deben de tener siempre como un testigo de la Verdad.
Félibien en Principios de Arquitectura, de la Escultura, de la Pintura, en 1676, retoma a Vasari más que a Zuccaro y siempre enfatiza la parte del dibujo como la primera y más esencial de la pintura, pero no renuncia al aspecto idealista del dibujo al definirlo como una expresión aparente, o una imagen visible de los pensamientos del espíritu y de lo que se ha formado primero en la imaginación; FÉLIBIEN, André, Des principes de l'architecture, de la sculpture, de la peinture, et des autres arts qui en dependent:avec un Dictionnaire des Termes propres a chacun de ces Arts, París, Chez la Veuve de Jean Baptiste Coignard,1690.
Después de la fundación de la Academia Francesa en 1648, el dibujo, pero, sobre todo, su práctica, se convierte en el centro de toda educación artística, al igual que había establecido Vasari en su Academia del Disegno de Florencia fundada en 1563.
Charles Le Brun, director de la Academia Francesa, insistirá en el dibujo diciendo de él que deber ser el polo y la brújula que nos rija, contraponiéndolo a los peligros del color “en que muchos se ahogan”, por lo que es la formulación extrema de Dibujo-Color.
63 Roger de Piles en Curso de pintura para principiantes, en 1708, insiste en que el dibujo se tiene que aprender, ya que es la llave de las Bellas Artes, es la introducción de la pintura, el órgano de nuestros pensamientos; PILES, Roger de, Cours de peinture par principes composé par Mr. de Pilese, París, Chez Jacques Estienne, 1708. El Conde Caylus, en una lección en la Real Academia, de 1732, también va a insistir en el concepto de la Imitación del Natural, como objetivo y forma de las artes, y el dibujo vuelve a aspectos pasados, la importancia del apunte rápido; NAVARRETE PRIETO, Benito, El papel del dibujo en España, Madrid, Caylus, 2006, pp. 11-12.
Diderot en Ensayo sobre la pintura, de 1765, critica las enseñanzas con largas sesiones de dibujo de estatua, crean encasillamiento, siendo lo contrario de lo que se proponían esas enseñanzas en un principio (este pensamiento es un anticipo del de Goya), y da un valor a la observación de la naturaleza. Esta actitud se difunde en Europa gracias a la Enciclopedia; DIDEROT, Denis. Ensayo sobre la pintura. Buenos Aires, Univerisdad Nacional de La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 1963.
64 GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ, Zacarías, Apuntes..., p. 32.
65 GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ, Zacarías, Apuntes..., pp. 28-29.
66 GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ, Zacarías, Apuntes..., p. 82.
67 GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ, Zacarías, Apuntes de pintor, Salamanca, Amarú Ediciones, 1992, p. 20.
68 MARTÍN BUENO, Manuel, “Zacarías González...”.
Fig. 1, izq. Dibujo de Zacarías. Juan Aparicio. La Gaceta Regional de Salamanca, octubre 1941
Fig. 2, der. Miguel de Unamuno. Primeros dibujos firmados de Zacarías. La Gaceta Regional de Salamanca, diciembre 1938
Fig. 3, arriba, izq . Anna Sten. Septiembre 1939. Bette Davis. Zacarías. La Gaceta Regional de Salamanca, abril 1940
Fig. 4, arriba, der. Bette Davis. Zacarías. Abril 1940, La Gaceta Regional de Salamanca
Fig. 5, abajo, izq. Zacarías. La Gaceta Regional de Salamanca, octubre 1942
Fig. 6, abajo, der. Las Úrsulas. Zacarías. La Gaceta Regional de Salamanca, diciembre 1942
Figs. 7 y 8. La inundación (Referencias de Miró) y Escenas circenses. Zacarías. 1950
Figs. 9 y 10. Danza (Referencias de Matisse) y Estudio para paisaje (Referencias de Benjamín Palencia). Zacarías. 1950
Fig. 11, izq. Estudio de paisaje e interior. Zacarías. 1950, (Referencias de Zabaleta)
Fig. 12, der. Mujer pensativa. Zacarías. 1951 (Referencias de Picasso)
Fig. 13. El verano, II Exposición de Artistas Locales. Casino de Salamanca. Zacarías. 1951
Fig. 14. Edificio del Cine Salamanca. Primera ubicación de Sala Artis en 1952
Fig. 15, izq. El caballo blanco. Exposición Sala Artis.Zacarías. 1952
Fig. 16, der. Mujer junto al mar. Exposición Sala Artis. Zacarías. 1952
Fig. 17. Acceso a los salones de la Sociedad Filarmónica. C/Rector Lucena, 20, Salamanca
Fig. 18. Amantes. Zacarías. La Gaceta Regional de Salamanca, 16 junio 1953
Figs. 19 y 20. Manuscrito Coplas de Jorge Manrique. Zacarías. 1953
Fig, izq. 21. Apunte para paisaje. Zacarías González. Papel y lápiz
Fig. 22, der. Perfil para estudio de dos mujeres en la playa. Zacarías González. Papel y tinta
Figs. 23 y 24. Bodegón de la pecera, dibujo preparatorio y obra final.
Zacarías González
Fig. 25, izq. Escena de campesinos, estudio de composición. Zacarías González
Papel y lápiz
Fig. 26, der. Estudio de músicos, estudio de composición. Zacarías González
Papel y lápiz
Fig. 27. Fotografía de Unamuno en La Flecha. José Suárez. 1934. Fondo Miguel de Unamuno. Universidad de Salamanca
Fig. 29, arriba, izq. Paisajes urbanos, reformas urbanísticas en Salamanca. 1939. La Gaceta Regional de Salamanca
Fig. 30, arriba der. Dibujo para el artículo Menorca la isla codiciada. 29 de junio de 1939. La Gaceta Regional de Salamanca
Figs. 31 y 32, abajo, izq. y cent. Katharine Herburn y Anna Sten. 2 julio y l 8 de agosto de 1939. La Gaceta Regional de Salamanca
Fig. 33, abajo, der. Vendedora de lotería. 21 de diciembre de 1939. La Gaceta Regional de Salamanca